Actividad minera, un desafío.
Cuando ya se han apaciguado un poco los ánimos en la zona de Famatina, porque el gobierno ha decidido dar un tiempo razonable para que la población se informe y se alcancen algunos consensos, me parece que es el momento adecuado para pensar seriamente sobre el tema.
Les propongo visitar algunos posts en los que ya me he referido al punto, en los siguientes links:
La posición de la Escuela de Geología de la Universidad Nacional de Córdoba, respecto a los fondos provenientes de la actividad minera.
La resolución correspondiente emanada desde el Consejo Directivo de la facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
Mi propia postura al respecto, que pretende ser una valoración menos fundamentalista de la actividad minera, pero con un basamento de formación profesional relacionada con ella.
En esos posts tienen abundante material de lectura, y pueden usarlos para disparar sus propios debates y racionalizar sus argumentos.
Sin embargo, no está todo dicho en ellos, porque nunca lo está nada sobre ningún tema, y por eso quiero todavía agregar un par de cositas nuevas.
Un argumento obvio y muy usado pero no menos real.
En primer lugar, no olvidemos que toda nuestra actividad industrial y productiva se apoya en la minería de modo directo o indirecto. En este momento, estoy sentada sobre una silla que además de la madera (que se corta con sierras metálicas) tiene clavos y chinches que sustentan su tapizado. Por allí también hubo producción minera. Es cierto que podría sentarme en el suelo, pero francamente no me apetece a esta altura del progreso.
Un dato de la historia.
Sé que me van a decir que el anterior es un argumento viejo, por lo cual les aporto un dato que tal vez no todos conozcan, y que también da que pensar.
Los pueblos aborígenes conocían el oro y la plata, pero no tenían producción de hierro. Por eso fue tanto más fácil la conquista española. Las armas nativas no tenían modo de equipararse a las invasoras. No hago con esto una apología de la violencia. Sólo quiero señalar cómo la minería puede definir el rumbo mismo de la historia. Nos puede gustar o no, pero es un hecho.
Una incoherencia sorprendente.
Las mismas personas que más encarnizadamente se oponen a la explotación minera suelen ser aquéllas que más exigen bienes de consumo que desde ella se producen: celulares, computadoras, vehículos, etc., etc.
Y también son las mismas personas que después de protestar contra la contaminación, dejan las pilas agotadas de los megáfonos con que lideraron las protestas, tiradas en cualquier parte, o con la basura domiciliaria.
No me opongo a que alcen consignas ecologistas, sólo les pido un poco más de adhesión personal a las mismas.
Y también un poco más de racionalidad en lo que se pretende. Porque desear consumo, confort y progreso tecnológico sin minería, es lo mismo que querer ser madre con la sola condición de no tener hijos para ello.
Una aclaración importante.
Conste, por favor que ya he dicho en uno de los posts que les he mandado a leer más arriba, que la minería DEBE CUMPLIR DETERMINADOS REQUISITOS, y que sobre ella se deben ejercer los máximos controles desde el estado, pero ojo, que lo mismo debe exigirse para la gestión de la basura, el control de las urbanizaciones, etc. Porque no es la minería la única actividad humana que genera riesgos y contaminación.
Muy por el contrario, todas las actividades humanas lo hacen, y en todas se debe buscar el equilibrio entre el costo y el beneficio.
Un ejemplo no muy remoto.
En un post anterior, hice referencia a la necesidad de controles estrictísimos en la explotación minera, no solamente por la potencial contaminación y posible expoliación de las poblaciones afectadas, sino por los eventuales accidentes, como el que en ese momento comentaba, en relación con el rescate de los mineros chilenos atrapados en la mina San José. Creo que vale la pena que lean también ese post.
Otro dato de la realidad.
Cuando se conoce que en un sitio dado hay determinados minerales de cierto valor, aun en ausencia de un emprendimiento minero de cierta envergadura, la gente busca esos elementos, y muchas veces lo hace a través del pirquineo, en una actividad riesgosa, sin marco legal, y casi siempre tan escasamente rentable que quienes a ella se dedican no sobrepasan, o lo hacen apenas, la línea de la indigencia.
Pequeña conclusión.
Por último, entiendan que no defiendo una actividad minera desarrollada de cualquier forma, ni para beneficio de unos pocos, pero tampoco me parece racional una oposición a ella a partir de una información incompleta.
Por eso les pido que se tomen el trabajo de leer todos esos textos que he puesto a disposición de ustedes a través de los links, y luego tomen una postura debidamente fundamentada.
Si me permiten expresarles la mía, yo la llamaría una «adhesión crítica» a la actividad humana en general y a la minera en particular.
No acepto cualquier intervención sin sopesar cómo, cuándo, dónde, por qué, para qué, en beneficio de quién, con qué costo en cada aspecto ( ecológico, social, energético, etc…).
En otras palabras, para eso están las Evaluaciones de Impacto, ¿no creen? El único secreto es que ellas sean realizadas a conciencia y por un conjunto de profesionales insobornables cuya ética no pueda ponerse en duda.
Y para ser un poquito coherentes, no deberíamos abrazar con tanta alegría las consignas que nos manda la sociedad de consumo, que nos exige renovar auto, celular, guardarropa y electrodomésticos cada año, o casi.
Bueno, ojalá haya servido para algo este aporte. Un abrazo, Graciela.
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P.S.: la foto que ilustra el post pertenece a Enciclopedia Encarta.
Buen día Graciela. Muy bueno el artículo. Lo compartí en mi Facebook, y en varias cuentas y grupos de Facebook, mencionando la fuente, como corresponde. Gracias. Que tengas mmuy buen día! Saludos. Miguel
En todas partes se cuecen habas…
Hace poco acá tuvimos un acalorado debate sobre la mina «Las Crucitas» que una empresa canadiense pretendía instalar en la zona norte del país, en una zona de bosque húmedo (no sé exactamente si tropical o subtropical o qué).
La mina en cuestión era a cielo abierto y para la explotación de oro. El principal beneficio para el país sería la generación de empleos (unos 200) y un pequeño porcentaje de lo extraído. La mina tenía un gran apoyo político del anterior gobierno, que sacó un decreto para declararla de «interés público» (lo cual no deja de ser sospechoso).
Para hacerte el cuento corto, al final un tribunal canceló los permisos pues determinó que carecía de estudios de impacto apropiados, sentencia que no hace mucho fue ratificada.
Yo personalmente creo que fue para bien. En nuestro país hay poca experiencia en asuntos de minería, y según he leído, no se tiene realmente experiencia con minas a cielo abierto en regiones tropicales, donde llueve mucho y el clima es muy húmedo. Como quedó evidenciado con los permisos, muchas veces las empresas quieren «cortar esquinas» (como dirían los gringos) y no falta el funcionario corrupto o ingenuo que se preste para eso.
Claro, aparecieron los fundamentalistas… lo cual ahora es un problema, porque por ejemplo, se opusieron vehementemente a una simple exploración (prospectación) petrolera, en la zona norte (estamos hablando de miles de kilometros cuadrados). Ahí si que yo estaba de acuerdo que se hiciera. En primer lugar, porque ni siquiera se sabe donde podría estar el petróleo, y por tanto, se desconoce el posible impacto que hubiera en esa zona… imaginate que fuera en medio de sembradíos de piña, ya de por sí con mala fama por su impacto ambiental? Cerrarse a priori a la posiblidad me parece abusrdo!
Exacto, Terox, yo creo que sólo después de un análisis profundo, honesto y desapasionado se pueden tomar decisiones de tanta envergadura. Ni a todo que sí, ni negarse a todo. Pero sobre todo, exigir el cumplimiento de las normativas. En teoría la actividad minera tiene controles estrictísimos. La gran pregunta es ¿se ejercen esos controles?
Gracias, Miguel. yo creo que las mejores decisiones se toman desde la información, por eso este post. Un abrazo, Graciela
El tema es que no solo el problema reside en la falta de información. Es verdad que la persona común, que no sabe del tema, se guía por lo que escucha en los medios. Y lo que mas se escucha últimamente sobre la minería es a Pino Solanas gritando y a Cristina o Gioja respondiendo a los gritos, mientras que la prensa, que debería buscar aclarar entre tanto griterío, tira mas leña al fuego (¿por la guerra Clarín-Gobierno?).
El problema es mas complejo cuando le agregamos leyes secretas para apoyar la actividad de Pascua Lama, o concesiones mineras que incluyen el casco urbano de una ciudad -Andalgalá- y que prometen que los habitantes se van a mudar si es necesario hacer el pozo debajo de sus casas (http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-142860-2010-03-29.html), o cuando un gobernador, otrora enemigo declarado de la minería a cielo abierto que denuncia a aquellos que la apoyan como corruptos, repentinamente se hace el defensor número uno de los intereses mineros (Beder Herrera).
En ese contexto no le podemos pedir a los pobladores de Famatina o Chilecito o Andalgalá que no salgan a protestar. Digo, que protestemos en BsAs mientras le damos la espalda al Riachuelo puede ser un poco hipócrita. Pero, ¿como no entender al habitante de Famatina al que algunos le dicen que la mina le va a quitar su (poca) agua, le va a contaminar la que quede y le va a hacer desaparecer el cerro, dejándole un agujero hasta la China? ¿Como no entender al de Andalgalá, al que le dicen lo mismo y que, además, la mina estará en un cerro que se ve desde el pueblo y la zona concesionada incluye al mismísimo pueblo? ¿Le pueden creer a un gobernador como Beder Herrera después de la mega panquequeada que se mandó? La verdad es que a mi me encantan los metales, pero si yo viviera en Andalgalá o en Famatina, estaría cortando la ruta.
En el mundo ideal, los proyectos mineros tendrían un informe de impacto ambiental hechos con idoneidad y con integridad. En el mundo ideal, los funcionarios defenderían el bien púºblico. Pero estamos en Argentina…
La minería es imprescindible para el desarrollo humano y sería una necedad estar en contra de la actividad en el país. Pero ahora es función de los gobernantes y de las empresas mineras aclarar entre tanta penumbra, mostrar los beneficios reales de la actividad y demostrar (y convencer) que el impacto ambiental es tolerable y, fundamentalmente, dejar de hacer acuerdos de espaldas a la gente.
Ese es el problema, Graciela, del dicho al hecho, hay un montón de desechos!!!
Si vos ves el sitio de la minera (http://www.infinito.co.cr), todo parecía color de rosa… iban a dejar más bosque que antes, etc etc… pero empezaron haciendo estudios «light» y (todo parece indicar) torciendo manos para conseguir los permisos… y honestamente, tal vez si hubiera un yacimiento de petróleo que abastecería una parte importante de la demanda del país… tal vez pueda uno asumir los riesgos, pero por un porcentaje ínfimo de lo que iban a sacar… realmente no vale la pena… y acá, como decimos, «son rencos y nos empujan» en eso de funcionarios corruptos…
Por cierto que en Panamá ya ha habido muertos por la oposición de unos indíenas a una explotación que quieren hacer en sus tierras…
Terox y Fernando, coincido en que la minería como casi todas las actividades humanas puede llevarse adelante de manera inteligente y honesta o todo lo contrario. y la pelea que hay que dar es para que las cosas se hagan bien, no simplemente para que no se hagan. Y si uno elige oponerse a algo, por lo menos debe tener los fundamentos adecuados en su discurso, si no tiene la batalla perdida antes de empezarla. Aunque no lo vean de manera muy obvia, cuando uno desarma argumentos endebles, está dando la posibilidad de que la discusión sea más provechosa. Si yo digo, «Me opongo a la agricultura porque me gustan más los arbolitos que el trigo», estoy renunciando a un intercambio razonable. Eso es lo que pido: razonabilidad, simplemente. Sopesar los costos y los beneficios y tomar las decisiones sin intereses creados, y como bien dice Fernando, a la vista de todos, no bajo la mesa.
Igualmente, no me veo renunciando a todo lo que requiere insumos mineros, y creo que ninguno de los manifestantes está dispuesto tampoco a renunciar a ellos. Un abrazo, Graciela.
100% de acuerdo… pero hay que reconocer que, como dicen los viejos, «el que se quema con leche, sopla hasta las cuajadas». Muchos abusos han sucedido a punta de corrupción, intimidación, y otras malas artes, entonces es más difícil de tragar la píldora. Es como el cuento de Juanito y el Lobo… ya nadie les cree a las mineras… y de hecho, todos perdemos…
Me había olvidado que hace un tiempo mapeé en GEarth varias minas y prospectos de nuestro país. Acá les paso el latlong de las que tengo para que puedan ver en donde están y como estaba el lugar al momento en que se sacó la foto satelital:
-Mina Río Grande (Prospecto. Hierro – Cobre – Oro – Uranio): 25° 2’3.37″S 67°52’26.36″O
-Mina Lindero (Prospecto. Hierro, oro y cobre.): 25° 4’40.72″S 67°46’49.39″O
-Mina Arizaro (Prospecto. Hierro, oro y cobre.): 25° 6’14.18″S 67°45’10.84″O
-Mina Taca Taca Bajo (Prospecto. Oro, cobre y molibdeno): 24°33’51.24″S 67°44’15.87″O
-Mina Julia (Cerrada en los ’70. Azufre): 25° 5’56.49″S 68°21’30.87″O
-Mina (no se el nombre ni actividad): 24°31’49.98″S 66°42’56.18″O
-Mina El Aguilar (Plomo, Plata y Zinc): 23°12’32.07″S 65°42’28.72″O
-Mina Bety (Cerrada. Azufre): 24° 3’14.18″S 66°29’36.22″O
-Mina Cerro Vanguardia (Oro y Plata): 48°23’6.94″S 68°17’23.10″O
-Mina Condoryacu (Prospecto. Oro, Plata, Cobre): 25°17’40.52″S 66°48’22.52″O
-Mina Casposo (oro): 31°12’13.38″S 69°37’53.83″O
-Mina Pirquitas (Plata y Estañ±o): 22°41’4.83″S 66°31’58.14″O
-Mina Loma Blanca (boratos): 23° 3’28.10″S 66°26’52.33″O
-Mina El Pachón (proyecto): 31°45’16.19″S 70°27’17.08″O
-Mina Agua Rica (Es la que generó el problema en Andalgalá. Oro, Cobre, Molibdeno): 27°21’50.60″S 66°16’48.60″O
-Mina Capillitas (rodocrosita): 27°20’8.55″S 66°23’6.37″O
-Mina Bajo de la Alumbrera (Cobre y Oro): 27°20’1.72″S 66°35’49.12″O
-Mina Veladero (Oro y Plata): 29°22’12.01″S 69°58’45.25″O
-Mina Farallón Negro (Oro, Plata, Manganeso): 27°18’15.11″S 66°40’24.00″O
-Mina La Mejicana (cerrada. oro): 29° 0’15.48″S 67°47’19.85″O
-Mina Gualcamayo (oro): 29°42’23.53″S 68°38’5.92″O
-Complejo Minero Fabril San Rafael (Mina de Uranio Piedra Pintada – Activa): 34°39’8.21″S 68°36’29.13″O
-Complejo Minero Fabril Los Gigantes (Mina de Uranio desactivada): 31°26’24.09″S 64°46’5.40″O
-Yacimiento Huemul (Mina de Uranio abandonada): 35°46’3.53″S 69°39’44.24″O
Gracias por el aporte,Fernando