El geólogo y su sombrero
Este post se lo vengo prometiendo a Dayana hace un montón. Bueno, no sólo éste sino muchos más, puesto que ella entiende que así como en su momento me explayé sobre la piqueta, hacerlo sobre los demás objetos que constituyen el equipo fundamental del geólogo no estaría de más.
Y voy a cumplir con esta premisa, paso a paso. Hoy veremos que un sombrero que pretenda entrar en la lista de los objetos de verdad amados por un geólogo, no puede ser cualquier cosa que le tape los sesos para que no se los cocine el sol.
Un buen sombrero tiene sus requisitos. Y van mucho más allá de la estética. De hecho, pueden a veces ir a contrapelo de ella, pero tienen su razón de ser.
¿Cómo se selecciona un buen sombrero para el campo?
Primero hay que tener en cuenta las circunstancias en las que se lo va a usar. Hoy no hablaremos de los cascos de protección contra accidentes que son norma de seguridad ineludible en las canteras a cielo abierto, ni de los que además deben portar una lámpara para tareas subterráneas, porque a ésos no les podemos dar adecuadamente el nombre de sombreros.
Hoy hablaremos de los que usamos en tareas al aire libre, pero del tipo exploratorio o de investigación.
Y en ese punto, lo primero a considerar es el clima.
¿Cómo es un buen tocado para zonas frías?
Algunas personas creen suficiente un gorrito de lana para abrigarse la cabeza, pero por experiencia les digo que aun en pleno invierno, una larga exposición solar produce quemaduras en el rostro, y eso arruinaría nuestro bello cutis a la larga.
Por eso, considero indispensable el uso de la visera hasta en el invierno más crudo. Y no me parece práctica la costumbre de ponerse la capucha del rompevientos y sobre ella una gorrita de golf, o al revés una gorra playera y encima subirse la prolongación de la campera, porque cualquiera de ambas cosas limitan mucho el movimiento.
La mejor opción es, para mi gusto, una gorra con visera, orejeras flexibles que pueden levantarse si no hace frío excesivo, y si es posible, con forro de lana o similar.
Precisamente hoy ilustro el post con un par de fotos de mi sombrerito, ése que mis colegas y alumnos ya me conocen bien, porque va conmigo a todas partes, en invierno, claro. Lo ven con las orejeras bajadas y levantadas, y tiene corderito por dentro y visera, aunque no se la vea bien.
¿Qué usar en verano?
Si se trata de una zona no excesivamente calurosa, una gorrita de las comunes, con visera anda bien, sobre todo para las áreas con vegetación más o menos enmarañada, o si en algún momento hay que atravesarlas para llegar al sitio de trabajo. Yo prefiero elegir tres requisitos más, dentro de lo posible, a saber: que sean de colores llamativos, para el caso de que haya algún accidente, porque eso facilitaría la búsqueda de mi cuerpo (pre o post mortem, 😀 ), que tenga buena ventilación, ya sea por los dos o tres agujeritos que algunas gorras traen, o porque sea de una tela tipo red, por lo menos en parte, y por fin, algo que no siempre encuentro: que tenga un bolsillito con cierre en la copa, para llevar un carnet, tarjeta o llave que conviene conservar a mano. No siempre se juntan todos los requisitos con facilidad pero hay que tener paciencia y buscar.
Si la zona es extremadamente cálida, son muy recomendables los sombreros tipo legionario que tienen una extensión para proteger la nuca del rayo directo del sol.
Y por último, lo que más me gusta a mí personalmente (aunque el que tanto amé ya pasó a mejor vida después de muchos años de uso y abuso) que es una opción para campos abiertos y climas no muy ventosos: el sombrero de paja toquila, que nosotros llamamos panamá, pese a provenir de Ecuador. Tienen la gran ventaja de ser frescos, livianos y proveer un ala ancha que genera una sombra muy deseable cuando se va a estar todo el día al aire libre, sea cual sea la hora y por consiguiente la posición del sol. Ésa es su ventaja respecto a las gorritas de visera que hay que ir dando vuelta según uno se va desplazando o se corre el sol. Además, convengamos que son una paquetería, ¿no les parece?
Espero que les sirva de algo, porque vendrán más posts relativos a la indumentaria.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela
Por algo le gustan a los indios…
Hola, Terox , yo los amo, hasta cuando no voy al campo, sino que me desplazo por la ciudad. O sea que se me despierta el indio bastante seguido 😀
Como estudiante de geología veo el sombrero o gorra como algo muy necesario en el campo. Personalmente uso una gorra, puesta por sobre un pañuelo para que me tape las orejas y el cuello. Empecé a hacerlo en cada viaje después de una quemadura seria…
Y por favor a los que lean esto, acompáñenlo de protector solar factor arriba de 40 y usen camisa y pantalones largos!!! Está bien, entiendo que a las chicas muchas veces les gusta ir de musculosa, pero lo que les puede quedar lindo ese día, después queda horrible por dos semanas.
Graciela hace poco más de un año que sigo tu excelente blog, aunque no soy de comentar. La semana pasada empece uno propio con un par de temas sobre geología. Estás invitada a darte una vuelta por ahí cuando quieras!
En efecto, Juan Pablo, son las recomendaciones que vengo dando en los posts de Tips para el campo. Ya paso a conocer tu blog
Yo tengo uno bien chuli… tipo Indiana Jones, de lona a florcitas marrones y verdes! toda una coqueteria femenina!
Hola, Nani, yo tengo un minishort con ese estampado, podríamos armar un conjunto, ¿no te parece? Un beso enorme.