¿Qué pasó con el submarino en el Valle de la Luna, San Juan?
La imagen de portada de Locos por la Geología ha pasado a ser una reliquia del pasado, porque el submarino que allí se ve, ha pasado a la historia, y no es ya más que un recuerdo.
¿Qué pasó con el submarino del Valle de la Luna?
Durante el fin de semana pasado, sopló un viento muy intenso en el Parque Provincial Ischigualasto – también conocido como valle de la Luna- en la provincia de San Juan.
De resultas de ese viento, la formación erosiva conocida como El Submarino, perdió una de las torretas a las que debía el nombre y que era una de las atracciones preferidas y emblemáticas de ese paseo turístico.
La columna de piedra hoy desmoronada, era una estructura de entre 40 y 50 metros de altura, que se pensaba a priori que era la menos frágil, pues era también la de mayor volumen total. El estado actual de la escultura eólica es el que puede verse en la figura 1.
¿Por qué sucedió esto?
Se trata de una parte absolutamente normal del ciclo de las esculturas eólicas, que se consideran efímeras en la historia geológica de cualquier lugar.
Efectivamente, las esculturas talladas dominantemente, aunque no de forma exclusiva, por el viento, tienen la particularidad de presentar sus máximos desgastes en las zonas próximas a la base, por la sencilla razón de que es precisamente a ras del suelo donde el viento presenta mayor cantidad de partículas en tránsito; y son esas mismas partículas las que ejercen su acción de corrasión, es decir de «limado» de las estructuras que se interponen en su paso.
Por esa razón – y otras asociadas- son tan comunes las formas de hongos, pirámides invertidas, etc., todas las cuales tienen una base de sustentación muy escasa, siempre sujeta a erosión en progreso, y consecuentemente, resultan formas condenadas a una presencia relativamente breve en el paisaje.
Por cierto que este tema lo comentaré con mucho más detalle cuando haga un post sobre todos los mecanismos de erosión superficial que existen. Para explicar la noticia que nos ocupa, lo dicho alcanza por el momento.
¿Ha pasado antes algo semejante?
Por supuesto, por lo que acabo de explicarles, es lo que pasa siempre, a la larga o a la corta en estos ambientes tan inestables y de tan rápida evolución.
En el mismo parque, ya han desaparecido otras esculturas que se conocían como El Loro y la Lámpara de Aladino, y es un hito histórico la caída de la famosa Piedra Movediza de Tandil, de la que en algún momento haré un post. También en otros parques, como el Arches de Estados Unidos ha habido derrumbes recientes.
¿Volverá a pasar?
No sé si mis alumnos lo recordarán, pero cuando los he llevado a ver éstas y otras formas semejantes, siempre les decía: «Disfruten el paisaje de hoy porque mañana será otro».
Y pasará en algún momento, no sólo con las pocas esculturas remanentes de esta zona, sino probablemente también con las de Los Terrones y otras muchas que hoy están en equilibrio metaestable.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
P.S.: La imagen de la figura 1 la he tomado de este sitio.
Organicemos viaje para sacar una foto del antes y después para hacer un nuevo header del blog. De paso Guille conoce que creo que nunca fue.
nunca fui al valle de la luna pero por lo que veo en las fotos ¿no es una gran roca la que esta al tope de las columnas? de ser asi mi pregunta es, ademas de lo que explicabas que la erosion es mas fuerte en la base ¿no influye que lo que esta debajo de las rocas este sometido a una presion por su peso y sea mas resistente que el resto? buenisimo tu blog, besos
Yo he ido varias veces, de modo que tengo colecciones de fotos del antes, Dayana, podríamos hacer las del después.
Muy buena tu acotación, Sergio, ya que en realidad, la forma de las esculturas resultantes está condicionada por las heterogeneidades preexistentes en los estratos erosionados, donde los más resistentes permanecen más tiempo, generando formas salientes en el paisaje, a la inversa de los menos resistentes que dan lugar a los entrantes. Pero sea cual sea la forma, la tendencia general es a que las formas más altas se preserven más tiempo, porque las partículas más agresivas que el viento transporta, debido a su peso, se mueven a muy baja altura.
El efecto que vos mencionás es mucho más propio de las situaciones de confinamiento, es decir cuando no es una presión dirigida, sino litostática (igual en todas las direcciones) pero aquí no es el caso. La presión dirigida debilita la resistencia, no a la inversa. Me alegra que te guste el blog, y debo señalar que tu comentario lo ha enriquecido mucho. Un beso Graciela.
Yo los llevo en mi auto… !! uds sacan las fotos que necesiten.. y yo voy a conocer el lugar y escuchar su clase magistral en forma particular… Estimada Profe… jajaja…
Dejo Mi Atento Saludo… 🙂
Jamiro
Lo armamos en cualquier momento, Jamiro. Un abrazo,
Ningun Problema.. Le Tomo La Palabra… jaja… Saludos!!!