Algunos datos sobre el Sultanato de Omán y su petróleo
Hace bastante tiempo les comenté que había recibido de regalo (de parte del Pulpo, ¿de quién si no?) un libro espectacular sobre el Sultanato de Omán. Se trata del libro Oman´s Geological Heritage de Michael Hughes Clarke, publicado en 2006 por Petroleum Development Oman, del Sultanato de Omán. Hoy se me ocurrió contarles algo de lo que aprendí en él, junto con lo que investigué en otras fuentes, porque me pareció un tema muy interesante.
¿Dónde queda el Sultanato de Omán?
Omán, oficialmente denominado Sultanato de Omán o «Sulánat ‘Umân, y cuyo nombre en árabe es سلطنة عُمان, se encuentra ubicado en el oeste de Asia, más específicamente en la costa oriental de la península arábiga. Sus límites son: con los Emiratos Árabes Unidos al noroeste, con Arabia Saudita al oeste y con Yemen al suroeste.
Curiosamente hay dos enclaves de Omán dentro mismo de los Emiratos Árabes Unidos, que pueden reconocerse por su color anaranjado en los mapas. El primero de ellos está situado en la península de Musandam, que separa el Golfo Pérsico del Golfo de Omán. El segundo que se ve apenas como un puntito coloreado en el mapa es Madha, que se encuentra e medio camino entre el territorio principal de Omán y el enclave de Musandam.
Las costas de Omán están bañadas por el mar homónimo al noreste y por el mar Arábigo al sur y sureste, totalizando una longitud de 1.561 km de línea costera.
¿Cuáles son sus características geográficas más destacadas?
Sumando todos sus territorios, Omán cubre una superficie de 309 500 km², repartidos entre cuatro regiones con características naturales bien diferenciadas. Ellas son:
- La llanura costera que con sus zonas bajas forma parte de un ecosistema semidesértico en casi toda su extensión, donde las lluvias pueden estar ausentes, pero que se beneficia por el aire cargado de alguna humedad que procede del mar.
- El desierto que cubre gran parte del centro de Omán, cuyo núcleo, conocido como desierto de Rub al-Jali, es probablemente una de las regiones más estériles de la Tierra.
- El Dhofar, situado al sur, donde se encuentra la ciudad de Salalah, y que a favor de los vientos procedentes del Océano Índico recibe precipitaciones entre junio y septiembre, que pueden totalizar entre 100 y 200 mm anuales.
- Las cadenas montañosas sobre la costa norte, con su máxima altura representada por el Monte Jabel Sham, de alrededor de 3.000 msnm. Estas cadenas constituyen una barrera orográfica que retiene la humedad y suministra hasta 400 mm de lluvias anuales en las zonas altas y alguna humedad disponible a sus pies en una franja de la costa norte, aprovechando la cual se localizan tanto la capital de Omán- Mascate- como todas las principales ciudades.
El clima del Sultanato es extremo, alcanzándose temperaturas de hasta 50° C, y un déficit hídrico constante.
¿Cómo se interpreta su historia geológica?
El hecho de que la Península Arábiga- de la que Omán forma parte- es portadora de yacimientos petrolíferos ha determinado en los últimos años un marcado interés en los estudios geológicos que la tienen por objeto. Así es que se cuenta con estudios en todas las escalas de observación, desde la información obtenida por los satélites que orbitan la Tierra a mil km de distancia, hasta los resultados que surgen de la observación de muestras con microscopios electrónicos, pasando por pruebas de laboratorio de todo tipo.
Por supuesto la interpretación de la historia geológica de Omán se enmarca en la Tectónica de Placas, y es así que se asume que el territorio que ocupa Omán se ha desplazado sobre la superficie terrestre desde latitudes subpolares hasta su actual posición atravesada por el Trópico de Cáncer. Ese lento desplazamiento ha definido una larga historia de cambios climáticos, desde estadios glaciarios hasta condiciones tropicales, todos los cuales dejaron diversas improntas en el paisaje, la estructura geológica y el contenido paleontológico.
La placa a la cual Omán pertenece es la Arábiga, que ostenta numerosos contactos activos, y sin embargo, precisamente el segmento omaní es relativamente estable y no son habituales allí los grandes eventos sismicos. En cambio, el contacto que yace más al norte, es un cinturón compresivo donde sí acontecen terremotos, y que ha generado las Montañas de Zagros en Irán, y la cadena Makran que afecta a Irán y Pakistán.
Una excepción a lo expresado es el enclave de Musandan, que por su mayor proximidad al contacto activo sufre eventualmente movimientos telúricos, ya que el extremo norte de la placa está hundiéndose lentamente en la zona del Estrecho de Hormus.
En la zona oriental, la placa que porta a Omán se encuentra en un contacto profundo bajo el océano, y de carácter transformacional con la placa Índica, generando la Zona de Fractura de Owen, donde se generan sismos que no llegan a ser intensamente percepetibles en Omán mismo.
Los bordes occidentales y del sur de la placa, a su vez, representan una apertura del Mar Rojo, al alejarse de la placa Africana. No obstante toda esta actividad, las distancias desde los bordes de placa hasta Omán convierten el Sultanato en un oasis de relativa calma sísmica. Sin embargo no puede menos que mencionarse el gran terremoto de Qalhat que tuvo lugar hace unos 600 años.
¿Qué puede decirse de su riqueza en petróleo?
En el presente Omán basa su economía en la explotación de sus reservas de gas natural y petróleo, las cuales fueron por mucho tiempo controladas por la monarquía reinante y sus funcionarios de gobierno. Desde el año 2000 se comenzó a facilitar una privatización ordenada de las explotaciones, que redundó en algún progreso socioeconómico para la población general.
Pero veamos el origen y características de esas reservas petroleras.
El petróleo se descubrió en Omán en 1962, y su exportación comenzó en 1967. Pese a que las reservas no son tan grandes como las del resto de los Países Árabes, tienen algunas características que las hacen únicas.
Como ya sabrán si han leído el post acerca del origen del petróleo, los sedimentos marinos y su carga orgánica juegan un papel fundamental en esa génesis. En Omán se pueden distinguir distintos tipos de rocas portadoras.
Los campos petrolíferos del sur se cuentan entre los más antiguos del mundo, sólo comparables con los de Siberia. Se trata de los yacimientos del Supergrupo Al Huqf, que se supone tiene al menos 540 millones de años de edad. Por supuesto el petróleo ha debido migrar desde su lugar de origen hasta su actual emplazamiento, pero la sola existencia de un combustible tan antiguo atestigua un largo periodo de relativa calma geológica que permitió la lenta degradación de los materiales orgánicos.
A lo largo de la mencionada migración petrolífera, y en consonancia con el levantamiento ocurrido durante la glaciación del Pérmico temprano, hace unos 300 millones de años, algo del petróleo se habría liberado hasta la superficie y se manifiesta en la forma de gravas de asfalto en los depósitos glaciarios del Wadi Al Khlata. Hay también extensos campos petrolíferos unos 20 km al sur del frente montañoso del norte, conocidos como Natih y Fuhud.
Si bien es el petróleo la causa de la floreciente economía, tiene Omán también otras riquezas minerales de las que hablaremos en otros posts.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
P.S.: La imagen que ilustra el post es compuesta de otras dos tomadas de estos sitios.