El Peso de la Prueba, (el caso del meteorito asesino)
Así como alguna vez les traje párrafos de un libro en el que la piqueta es un arma homicida, hoy tomo otros párrafos de El Peso de la Prueba de Michael Innes, donde lo que se usa para matar (o no, según se vea) es un meteorito.
Vean estos parrafitos:
-¿Acaso el meteorito poseería un valor intríseco: un contenido de metales preciosos que lo convirtiese en objeto capaz de excitar la codicia?
-Apostaría a que no. El oro, platino y plata nunca figuran entre los integrantes de los meteoritos, excepto en cantidades despreciables. Por añadidura, este meteorito, que tuve ocasión de ver rápidamente en la tarde de ayer, es de la especie pétrea común: es improbable un alto contenido metálico…
Más adelante aún, el policia a cargo de la investigación se plantea diversos acertijos, con el meteorito como sujeto de análisis, allá van:
¿Por qué asesinaría un hombre en esta forma usando un meteorito que solamente una persona carente de instrucción podría suponer instrumento de desgracia fortuita? Porque, o bien 1) el meteorito era el objeto más manejable; o 2) era el único objeto, o 3) poseía un significado simbólico para el ejecutor y, posiblemente, para una tercera persona; o 4) este meteorito particular provocaba asociaciones calculadas para desorientar o 5) un meteorito, genéricamente considerado, provoca asociaciones calculadas para despistar. La última posibilidad es la más sutil, y Tavender parecía tenerla presente anoche en la velada. (a) Es también posible una combinación de varios de los factores arriba mencionados.
Verán que lo último que escribe Innes, es también en la dirección de la convergencia de causas. (Aclaración para Day)
La imagen que ilustra el post fue tomado del blog de Daniel Marín