El recurso suelo: diez preguntas frecuentes sobre su degradación. Parte 2.
Como ya les está advirtiendo el propio título, este post es continuación del del lunes pasado, de modo que les conviene ir a leer ése primero, si es que no lo hicieron en su momento.
6. ¿Hay cultivos particularmente dañinos para el suelo?
Esta pregunta se me ha formulado muchas veces a partir de los dichos de la Presidente que han convertido a la soja en una especie de «yuyo» (sic) casi vandálico. Y la respuesta sólo requiere un poco de lógica y sentido común, pero parece que a muchos no les anda sobrando, de modo que aquí va: todos los cultivos tienen sus propios requerimientos en cuanto a nutrientes, y si a un suelo repetidamente se le extraen ciertos elementos de manera preferente, tarde o temprano, mostrará un déficit en ellos. Y esto vale para la soja, la cebolla o el cáñamo, de la misma manera.
En condiciones naturales, la vegetación nace, se desarrolla y muere en el mismo sitio, de modo que el ciclo se cierra y los elementos extraídos del suelo por las plantas vuelven a él ya sea de forma directa o indirecta.
Sería directa si la planta simplemente muere y se descompone en el lugar, e indirecta si por ejemplo, un animal la consume y la devuelve en sus excrementos, si no en el mismo sitio, tampoco demasiado lejos.
Ahora bien, al existir la agricultura, y con ella la cosecha, los nutrientes se «exportan» y eso empobrece al suelo paulatinamente.
Pero, lo importante aquí, es que el potencial «villano» no es un vegetal en particular sino una práctica agrícola desfavorable, como es el monocultivo. Y repito, de lo que sea. Si se practica una rotación inteligente, las extracciones de elementos se van compensando y equilibrando en el tiempo. Para saber sobre ese punto en particular, recurran a un agrónomo, yo no puedo decirles más.
7. ¿Son las actividades agrícolas las principales responsables del daño sobre el recurso suelo?
No necesariamente. Aun descartando las causas naturales, hay otras causas antrópicas que reducen de manera acelerada los espacios de suelos más o menos fértiles en todo el mundo. Basta con mencionar las urbanizaciones siempre crecientes en extensión, por ejemplo. O determinadas formas de turismo, como las que tienen que ver con el automovilismo, entre otras.
O en el caso particular de nuestra provincia, donde la cacería del pichón (práctica de por sí mucho menos edificante que la producción de alimentos, e intrínsecamente inmoral) contamina con plomo los suelos y las aguas.
Y la generación de determinados espacios recreativos como grandes parques temáticos con más cemento que materiales naturales, o la construcción de diques y represas que inundan grandes zonas. En estos casos, tampoco digo que no deben hacerse, pero sí insisto en la necesidad de realizar antes una Evaluación de Impacto Ambiental (EIA), y recordar que sólo a partir de ella, se pueden tomar decisiones científicamente fundamentadas.
8. ¿Hay alternativas amigables para preservar el recurso suelo?
Desde luego que las hay.
Ya mencioné en el post anterior la existencia de manejos de suelos que apuntan a su mejor sostenimiento en el tiempo, que van desde cultivos en terrazas, preservación de bosques y montes en posiciones estratégicas, construcción de canales empastados y diques reguladores para controlar en lo posible la erosión; hasta rotación de cultivos para evitar el empobrecimiento químico; o la labranza cero para no afectar las condiciones físicas del suelo.
Y por cierto, toda vez que se deba mediar en un conflicto de intereses, la EIA es fundamental, y en ella, a su vez, el relevamiento de los suelos presentes y sus condiciones es un punto de partida imprescindible.
Lo que NO es una solución es ahogar la producción, porque nos guste o no, todos tenemos la costumbre muy arraigada de comer de vez en cuando.
Antes de pasar a la siguiente pregunta, conviene recordar que el propio suelo es parte integrante de un sistema complejo, donde puede resultar también él contaminante de otros medios, o a la inversa, también actuar de filtro. Estos temas dan para nuevos posts, pero no deben ser desatendidos aquí, pues de no mencionarlos puede quedar la sensación de que el suelo es un elemento meramente pasivo en el paisaje, y decididamente no lo es.
9. ¿A qué se debe la demonización de la soja en Argentina?
Es verdad que la soja suele cosecharse en tiempos previos a la estación lluviosa, de modo que si no hay prácticas inteligentes de manejo, cuando comienzan las lluvias intensas el suelo puede estar desprotegido y falto de vegetación que atempere su erosión.
Esto da pie a muchas críticas, pero lo digo una vez más, una rotación inteligente, y un manejo racional son requisitos indispensables para este cultivo tanto como para cualquier otro, si se pretende tener un desarrollo sostenible.
Por otra parte, en nuestro país, se toman muy a menudo posturas que no resisten ningún análisis lógico, y éste parece ser uno de esos casos, en los que oponerse a una política determinada, desata persecuciones y demonizaciones sin mayor fundamento.
Resumiendo, hay buenas y malas prácticas de manejo agrícola, pero la agricultura, y con mayor razón un cultivo en particular, como la soja, no tienen en sí mismos nada de condenable.
10. ¿Existen avances científicos relevantes en esta área?
Por el momento, todavía no tengo mucha información, porque en realidad no corresponde estrictamente a mi área de especialidad pero me llegó a través del Boletín Electrónico Infouniversidades – Argentina Investiga del 2 de Abril de 2012, una noticia que me parece interesante adelantarles:
La Universidad Nacional del Litoral, a través de su Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas está investigando nuevas semillas transgénicas de maíz, trigo y soja que serán capaces de tolerar la sequía y la salinidad, e incrementar los rindes hasta un 100%.
La parte más interesante de esta información, es que aparentemente podrían utilizarse esas especies como elementos naturales capaces de recuperar suelos salinos, que en muchos lugares significan de otra manera, maniobras muy costosas para su rehabilitación.
Si este post les ha gustado como para llevarlo a su blog, o a la red social, por favor, mencionen la fuente
porque esta página está registrada con IBSN 04-10-1952-01.
Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela