Audiencias públicas, ¿realidad o ficción?
En este caso, lo que les presento es ficción, pero…
Se trata de una conversación extraída del libro Tango en el Paraíso, de Robert James Waller, el mismo autor de Los puentes de Madison. Me pareció que lo que presenta este personaje de la novela es un punto de vista interesante, por eso lo comparto con ustedes.
…La otra cosa que advierto es que esas inauguraciones casi siempre tienen que ver con la destrucción de la naturaleza. El pequeño ejército de trajeados es particularmente entusiasta de proyectos como autopistas, presas, basureros nucleares y puentes gigantes, cualquier empresa descomunal pagada por los contribuyentes y no por ellos y que suponga un gran perjuicio para la naturaleza….
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… – Su foro principal para manejar la oposición de cualquier clase es un ejercicio en democracia de pega llamado «audiencia pública». Yo asistí una vez a una de esas reuniones cuando estaban pensando construir una gran presa en Little Sal. Verá, los burócratas, los ingenieros y demás listillos selectos hacen los planes. Cuando ya está todo decidido, se convoca una audiencia pública con el propósito de lo que elegantemente llaman «escuchar la opinión del ciudadano».
Pero los grandes artífices no quieren la opinión de los ciudadanos. Si la gente tuviera demasiadas opiniones e hiciera preguntas peliagudas sobre quién se beneficia en realidad de las presas y autopistas, nunca se construiría nada. La audiencia no es más que un truco para que la gente piense que será oída, lo cual es cierto, sólo que su opinión no guardará relación con el resultado final, y por tanto no tiene ningún valor ni sirve de nada. Los planificadores lo saben, de manera que es una especie de delicado equilibrio entre engañar a la gente para que piense que tiene voz en el asunto, y a la vez no permitir que esa gente joda los grandes sueños»…
Para pensar un poco… Por lo pronto, a nosotros, los geólogos independientes, pocas veces nos escuchan…