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Las Gemínidas, ¿lluvia de meteoros? – Explicación del término
Otra vez un post escrito en estado de duermevela en medio de la madrugada, por mandato de uno de mis explotadores, esta vez el Pulpo.
Se trata de este evento que la prensa ha puesto en la cresta de la ola con el nombre de lluvia de meteoros, y que yo tuve la osadía de comentar que no es la terminología más feliz, si nos ponemos a hilar bien fino, y nos adentramos en la etimología y la semántica.
Ese comentario puso al Pulpo en pie de guerra, exigiéndome aclaraciones por escrito y vía blog, y aquí estamos: 4 y 30 a.m. y yo escribiendo un post.
Primero debo aclarar que sobre el tema meteoritos hay mucho para hablar y por eso tengo otro post en carpeta, y que hoy sólo quiero discutir la terminología.
También aclaremos que no soy experta en astronomía, pero que algo del contexto cósmico de la Tierra he debido estudiar, y ha llegado a apasionarme bastante, aunque no sea parte central de mi profesión.
Y ahora, hecha las salvedades del caso, vengan mis reparos lexicológicos.
¿Qué son las Gemínidas?
Son un enjambre de meteoros con un pico de actividad anual entre el 7 y el 17 de diciembre. Su máximo ocurre alrededor del 14 de ese mes, hoy precisamente, con producción de hasta 100 meteoros por hora. (Observen que yo uso el término enjambre y no lluvia, ya verán por qué).
¿Qué es un meteoro?
Para la Real Academia Española, es un
fenómeno atmosférico, que puede ser aéreo, como los vientos, acuoso, como la lluvia o la nieve, luminoso, como el arco iris, el parhelio o la paraselene, y eléctrico, como el rayo y el fuego de Santelmo.
Sobre la base de esta definición, la Astronomía genera su propio concepto tomando lo que se refiere al aspecto de fenómeno luminoso, producto del pasaje de un meteoroide por nuestra atmósfera, lo cual genera una ionización de partículas.
¿Qué es un meteoroide?
Este término se aplica a las partículas de polvo y hielo o rocas de hasta decenas de metros que se encuentran en el espacio y de cuyo origen hablaremos en otro post.
¿Meteoroide es lo mismo que meteorito?
No, un meteoroide sólo alcanza el status de meteorito si sobrevive a la fricción en la atmósfera y llega a la superficie de la Tierra por la atracción gravitacional de ésta.
Así pues tenemos ya tres términos diferentes que muchas veces son confundidos entre sí, pero que tienen ligeras diferencias de significado. Y hay todavía más para decir respecto a confusiones semánticas, pero vayamos por partes.
Primero hablemos un poco más de las Gemínides, ya que hoy son noticia y si bien ya dijimos más arriba qué son, cabe preguntarse algunas cosas más.
¿De dónde proceden las Gemínidas?
Del asteroide (3200) Phaeton, descubierto en 1983 por el satélite IRAS.
¿A qué deben su nombre las Gemínides?
A la posición en que se observa su radiante, que es precisamente en las cercanías de Castor, miembro de la constelación de Géminis.
¿Qué es el radiante de un enjambre de meteoros?
(Observen que sigo eludiendo el término lluvia)
Las trayectorias de los diferentes meteoroides, observables a partir de los correspondientes meteoros luminosos que provocan, parecen provenir de un mismo lugar de la esfera celeste, a pesar de que sus recorridos en realidad son considerablemente paralelos.
Se trata de un efecto de perspectiva para un punto de observación situado en la Tierra. Es algo semejante a los caminos que mirados a la distancia parecen unir sus bordes opuestos en un único punto.
¿Es cuestionable el uso de la expresión «lluvia de meteoros» ?
Absolutamente sí, por lo menos según mi modesto entender, puesto que la lluvia (del lat. pluvía) es un fenómeno atmosférico o meteoro de tipo acuoso, según mencionamos más arriba, y no luminoso.
Por otra parte se inicia en la condensación del vapor de agua contenido en las nubes, y según la definición oficial de la Organización Meteorológica Mundial, la lluvia es la precipitación de partículas líquidas de agua.
Esto no tiene nada que ver con las Gemínides.
Entonces, ¿de dónde viene el uso de «lluvia de meteoros»?
Como pasa muchas veces, de una mala traducción del inglés. En efecto «meteor shower» se traduce de manera demasiado literal como lluvia, sin atender a su contexto.
Porque si bien shower significa lluvia de breve duración, también significa baño rápido. Y baño a su vez también puede entenderse como la acción y efecto de someter un cuerpo a una influencia física intensa y/o prolongada.
Ejemplos de esta última idea son el baño de sol, el baño de oro, o en sentido figurado un baño de cultura, etc.
No obstante, no se ha atendido en la traducción de meteor shower a este aspecto que es precisamente el más atinado, y nadie escuchará jamás hablar de un «baño de meteoros».
Sin embargo, astrónomos más cuidadosos de la semántica prefieren la expresión «enjambre de meteoros», que sí aparece en la literatura especializada de origen castellano, y que yo adopto porque me parece mucho más atinada que esa triste expresión que se ha adueñado hoy de los medios.
Recuerden que sobre este tema, sólo les he servido un aperitivo, pero se viene un enjambre de posts.
Un abrazo a todos y me voy a dormir siquiera un rato. La foto es tomada de la red, no conozco su origen.
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¿Es lo mismo gema que piedra preciosa?
Una pregunta común que se formula la gente es si estos dos términos son o no sinónimos, y si pueden o no ser intercambiados entre sí.
Pues no, hay sutiles diferencias, y si bien toda piedra preciosa es gemma o (gema), lo inverso no es cierto, es decir que no toda gema es piedra preciosa.
Ya en un post anterior donde expliqué qué es la Gemología, adelanté el significado de la palabra gema, que se usa para designar a cualquier elemento natural o artificial, de origen orgánico o inorgánico que pueda emplearse por sus características particulares en la fabricación de joyas. También les dije que no existe la clasificación «Semipreciosas».
El término piedras preciosas exige en cambio, que se trate de elementos naturales e inorgánicos, es decir que pueden ser minerales o aun rocas, pero ninguna otra cosa.
En definitiva, el término gema comprende a todas las piedras preciosas, y además a otras sustancias como las perlas por ejemplo, que no son ni mineral ni roca.
¿Cuáles son las condiciones que se requieren para que una sustancia sea gema?
Básicamente son tres: belleza, durabilidad y escasez relativa.
Esto implica que de las 4.100 especies minerales que se conocen, solamente unas 300 constituyen variedades gemológicas, porque son las que cumplen los tres requisitos. Además se le suman unas pocas variedades de rocas. (Les recomiendo leer el post con las diferencias entre mineral y roca, porque viene al caso).
Por otra parte, las condiciones mencionadas, pueden ser a veces algo subjetivas, lo que hace que el valor de determinadas gemas fluctúe bastante en el mercado.
Tal es el caso de la belleza, que es casi siempre difícil de definir. En materia de piedras preciosas, puede ser algo más fácil de estipular, pero para las gemas en general, puede llegar a depender del gusto y de la moda hasta extremos insospechados.
Por esa razón, llegaron a ser gemas algunos elementos como el carey (obtenido del caparazón de las tortugas), el marfil, las perlas, el coral y el ámbar, por ejemplo. Muchos de estos elementos serán posts en el futuro por su carácter de gemas en unos casos (perlas), y por su estrecha vinculación con la geologia en otros (ámbar, coral).
¿Por qué se considera un poco más objetiva la determinación de la belleza en las piedras preciosas que en el resto de las gemas?
Porque al menos se refiere a elementos definidos y no al simple gusto del consumidor, porque los rasgos de belleza se establecen con parámetros como: diafanidad; forma cristalina; tamaño; grado de pureza, o por el contrario, presencia de determinadas inclusiones en algunas casos; tipo e intensidad de brillo; características ópticas especiales (como pleocroísmo o birrefringencia); hábito, etc. No entren en pánico que de estas propiedades iremos hablando a lo largo del tiempo en distintos posts, e iré agregando los correspondientes links también aquí.
¿Qué puede agregarse del resto de las propiedades exigibles en una gema?
La durabilidad tiene que ver con la dureza. Aunque la mayoría de las piedras preciosas son muy frágiles, son también muy duras, por lo que sobreviven al desgaste, pero no a los accidentes. También de esto vendrá un post.
Esta condición hace del diamante, el mineral más duro, y también uno de los más caros.
Por fin, se exige también una relativa escasez, porque nadie estaría dispuesto a pagar una fortuna por una piedra que puede encontrar de a toneladas en un simple paseo por las sierras.
De todas maneras, debe tenerse en cuenta que la escasez se refiere no al mineral mismo, sino a la forma en que se encuentra cuando la variedad es preciosa.
Así por ejemplo, aun siendo la sílice, (que en su forma común constituye el cuarzo) el compuesto más abundante en la corteza, tiene numerosas presentaciones menos corrientes que generan sus variedades gemológicas (cristal de roca, jaspe, ópalo, amatista, ágata)
¿Qué rocas son gemológicas?
El lapizlázuli, que mucha gente cree que es un mineral, cuando en realidad está constituido por una mezcla de minerales como lazurita, sodalita, haüynita, calcita, pirita, wollastonita, escapolita y diópsido, en proporciones variables desde mayoritarias hasta simples trazas.
La obsidiana que es en realidad un vidrio volcánico y el mármol ónix (nombre comercial para el mineral aragonita en mezclas con calcita y otros minerales).
¿Existen gemas artificiales?
Sí, y se consideran como tales, a veces con mucho valor en el mercado.
Mientras no se intente hacerlas pasar por naturales, su fabricación es legal y se comercializan sin problemas.
Son consideradas artificiales ya sea porque son directamente fabricadas por el hombre (piedras sintéticas, cristales especiales y piedras de imitación), o porque tienen alguna manipulación sobre minerales naturales para mejorar su condición (piedras compuestas y reconstituidas)
Estos son temas también con entidad suficiente para generar futuros posts. Por hoy ya tenemos bastante.
Pueden mandar piedras preciosas si quieren en muestra de aprecio a este blog, 😀
La imagen que ilustra el post es uno de los celebrados Huevos Fabergé y me llegó en un mail, ignoro el nombre del fotógrafo.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
¿Cuál es la diferencia entre desarrollo sostenible y desarrollo sustentable?
Con motivo de celebrarse el Día de la Conciencia Ambiental, he elegido como tema para hoy, comparar dos términos que pueden en su sentido amplio entenderse como sinónimos, pero que s.s. implican una sutil diferencia que conviene resaltar.
Comencemos analizando la etimología y significado de cada una de esas palabras para el idioma español no científico.
¿Qué significa sustentable?
Sustentar procede del latín ( sustentare, intens. de sustinere) y tiene cinco acepciones, de las cuales tres de alguna manera se relacionan con la idea de apoyar o dar base a algo, mientras que las otras dos se acercan más al sentido ecológico al que aquí apuntamos.
Una de ellas implica » proveer a alguien del alimento necesario», y la restante es «conservar algo en su ser o estado».
De estas dos últimas acepciones puede derivarse la idea de que sustentable es aquello que puede conservarse y puede responder a ciertas necesidades.
Como puede observarse es todavía un concepto muy próximo al de la conservación, que ya ha sido superado por los ambientalistas de verdad informados.
¿Qué es conservacionismo?
Conservar (del latín con= mantener y servare= guardar) significa hacer que las cosas simplemente permanezcan, si es posible sin cambio alguno.
Por cierto esta idea es más poética que práctica, ya que su exaltación conduciría a entender a los recursos como intangibles, en cuyo caso las necesidades de las poblaciones no podrían tampoco satisfacerse.
Por esa razón el término cayó en desuso, y se reemplazó por la idea de desarrollo sustentable primero, y por desarrollo sostenible después.
En ambos casos, se ha incorporado la palabra desarrollo, porque se acepta que todo ser humano desea mejorar su calidad de vida, y tiene derecho a conseguirlo dentro de límites razonables.
¿Qué significa sostenible?
Este término se refiere a un proceso, y significa que puede mantenerse por sí mismo, sin aporte exterior ni disminución de los recursos existentes.
Hablar de «mantener» ya tiene además una connotación de permanencia, de duración y prolongación en el tiempo, que el término sustentable, no necesariamente implicaba, o al menos no lo hacía tan claramente.
¿Cuándo, dónde y cómo surge la diferencia de significados entre desarrollo sustentable y desarrollo sostenible?
La definición de «desarrollo sustentable» aparece por primera vez en la Declaración de Estocolmo (1972, Principio 2) que establece que es «un proceso por el cual se preservan los recursos naturales en beneficio de las generaciones presentes y futuras».
Aclaremos que preservar procede también del latín (pre= antes y servare= guardar, como ya dijimos) de tal modo que se hace alusión a un cuidado anticipado sobre los elementos en cuestión. Poco se dice, no obstante respecto a las condiciones y requisitos de ese cuidado.
Por esa razón, el beneficio para las generaciones presentes que se mencionaba en el Principio 2 se convirtió en una prioridad absoluta, asumiendo que el beneficio de las generaciones por venir se garantizaba con sólo no agotar de manera absoluta un recurso.
Esto no tenía en cuenta la calidad del ambiente, por ejemplo, entre muchas otras cosas que debían también ser preservadas.
Esta falencia condujo a una nueva declaración que cambió sutilmente las palabras, pero que implicó toda una nueva concepción del tema.
Es así que a través del informe Brundtland (1987) se pasa del concepto de «desarrollo sustentable» al de «desarrollo sostenible», con esa nueva carga que ya señalé de duración en el tiempo.
Más tarde se agrega una mejor especificación respecto a lo que se le debe a las futuras generaciones, y ya en la Declaración de Johannesburgo (2002), desarrollo sostenible se entiende como el proceso mediante el cual se satisfacen las necesidades económicas, sociales, de diversidad cultural y de un medio ambiente sano de la actual generación, sin poner en riesgo la satisfacción de las mismas a las generaciones futuras.
¿Cuáles son las condiciones del Desarrollo Sostenible?
Básicamente son tres:
- Ningún recurso renovable deberá ser usado a un ritmo superior al de su generación.
- Ningún contaminante deberá producirse a un ritmo mayor al que pueda ser reciclado, neutralizado o en su defecto absorbido por el medio ambiente.
- Ningún recurso no renovable deberá ser aprovechado a una mayor velocidad de la necesaria para sustituirlo por un recurso renovable utilizado de manera sostenible.
Estas tres reglas son lo bastante interesantes como para que alguna vez sean motivo de análisis en algún o algunos posts. Por ahora cortamos aquí para que no se aburran con tanta charla. Nos vemos con alguna gacetilla el miércoles. Un abrazo Graciela
La imagen que ilustra el post fue tomada de la página www.definicionabc.com
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¿Hay diferencias entre un sismo y un terremoto?
La diferencia entre estos términos es exclusivamente etimológica, ya que mientras la palabra sismo procede del griego σεισμ, que significa temblor; la palabra terremoto deriva del latín: terra= tierra y moto= movimiento, pero ambas se refieren al mismo fenómeno, y ninguna de ambas alude a una intensidad, origen o ninguna otra característica distintiva, por lo cual son términos absolutamente intercambiables entre sí.
También en inglés aparecen dos denominaciones diferentes: seism, tomada igualmente del griego, y earthquake (temblor de tierra) acuñada localmente desde la experiencia de los habitantes.
Este fenómeno semántico es bastante común, ya que civilizaciones distintas generan habitualmente sus propias designaciones para aquellos procesos que observan o padecen, y cuando las respectivas culturas tienen fuerte influencia sobre otras regiones, transmiten también mucha terminología.
De esta manera comienzan a coexistir denominaciones de vertientes distintas, pero que se refieren exactamente a lo mismo.
En resumen, sismo y terremoto son estrictamente sinónimos, y se pueden reemplazar mutuamente sin agregar ni quitar ninguna connotación.
No obstante, en muchos países hispanoparlantes, el uso vulgar ha comenzado a preferir, sin ningún fundamento, la palabra sismo para los de menor intensidad y terremoto para los más severos.
La única explicación que se me ocurre para esa tendencia, es un mecanismo subconsciente que asimila el sonido sibilante de «sismo» a una catástrofe menor que la que sugiere el sonido trepidante de la palabra «terremoto».
Sin embargo, existe una palabra castellana para referirse específicamente a los sismos de baja intensidad, y esa palabra es remezón, que procede de remecer, y significa sismo ligero.
En otras palabras, si se quiere hablar de un movimiento telúºrico de baja magnitud, el término correcto es remezón, no sismo, ya que éste y terremoto no se diferencian entre sí.
La foto que ilustra el post es un obsequio de mi amigo Paulino, quien la tomó en la entrada al Casino Marina Del Sol en Talcahuano, Chile, luego del terremoto del 27 de febrero.
Espero que este post les haya sido úºtil y vuelvan a pasar por el blog, para seguir enloqueciéndonos juntos con la geología. Un abrazo. Graciela.
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Mar Chiquita ¿es un lago o una laguna?
Hoy les presento el primer post de una larga serie, (discontinua y esporádica como siempre) sobre la Laguna Mar Chiquita de la Provincia de Córdoba, que por muchas razones es un rico yacimiento de temas geológicos y ecológicos.
En efecto, en algún momento deberemos hablar de su origen, su evolución, su valor como registro sedimentario, su ecología y las catástrofes que generó, entre muchos otros. ¡Miren si tenemos para hacer posts!
Pero en este momento comenzaremos bien por el principio, hablando sobre su correcta denominación.
¿Lago y laguna son sinónimos?
Para responder a esta pregunta debemos remitirnos otra vez a dos instancias de análisis: en sentido amplio (l.s.) y en sentido estricto (s.s).
En su sentido amplio, es aceptable el intercambio de términos, y de hecho, aun en textos de geografía así se aplican.
Más aún, hasta en escritos geológicos y geomorfológicos suele recurrirse a esa similitud para evitar repetir el mismo término una y otra vez.
En sentido estricto en cambio, lagos y lagunas son entidades diferentes en cuanto a su morfología y dinámica.
No obstante la diferencia s.s., no es la que vulgarmente se supone, según la cual todo se reduce a una cuestión de tamaño.
Así es como mucha gente asume que una laguna no es otra cosa que un lago pequeño, en cuyo caso, Mar Chiquita debería denominarse Lago y no Laguna.
Pero ése no es el caso, las diferencias pasan por otros ejes.
¿Cuál es la diferencia entre un lago y una laguna?
Ambos pueden compartir origen, evolución, y muchos otros rasgos, pero el lago (s.s.) debe cumplir un requisito que no se le exige a las lagunas.
¿Cuál es el requisito para que un cuerpo de agua sea un lago s.s?
Debe tener una profundidad suficiente como para que se puedan diferenciar en él dos masas de agua con distintas características: el epilimnion, zona más superficial, de aguas turbulentas y cálidas, y el hipolimnion, más profundo y comparativamente más frío y calmo.
El epilimnion es más inestable en cuanto a temperatura, contenido en sales y materia orgánica, porque es más íntimamente dependiente de los cambios exógenos como radiación solar, vientos, etc.
El hipolimnion, en cambio, tiene mayor estabilidad, por su relativa independencia respecto a los cambios atmosféricos, que son rápidamente disipados en la porción superior.
Ambas masas están separadas entre sí por lo que se denomina la termoclina o metalimnion, que es una delgada capa donde el cambio de temperatura entre la parte superior y la inferior se acelera de manera muy notable.
¿De qué depende que exista o no esa diferencia en un cuerpo de agua?
Muchos son los factores, tales como la forma del espejo de agua, el perfil de la cuenca, el clima, el contenido en sales, etc, pero en casi todos los casos, se requiere una profundidad mínima de 10 metros para que pueda generarse esa estratificación.
¿Mar Chiquita cumple o no los requisitos para ser un lago?
Pese a su gran tamaño, razones relacionadas con su génesis, que discutiremos en otro post, hacen que éste sea un cuerpo de agua relativamente somero, y carezca de termoclina, de modo que la denominación de Laguna es la correcta desde el punto de vista geomorfológico… Aunque sea mucho más grande que los lagos s.s. de la provincia.
Espero que este post les haya interesado lo suficiente como para volver cuando retomemos el tema tan apasionante de esta maravillosa Laguna, rica en especies, historia y anécdotas.
La imagen que ilustra el post la tomé del blog de Dayana, en castigo por ser quien me conminó a escribir sobre este tema.
Nos vemos el miércoles. Un abrazo. Graciela.
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