Eating dirt, de Charlotte Gill. Traducido al castellano.
Ya les he presentado antes esta joya literaria, de la que vengo extrayendo muy sabrosos párrafos. La semana pasada subí este texto en su forma original en inglés, y les prometí la traducción para hoy.
Considero que este párrafo permite visualizar la conservación de bosques y la reforestación en toda la dimensión de su significado.
Hay pocas cosas vivientes sobre la Tierra tan antiguas como el ADN de las coníferas. Los modernos siempreverdes no son sino vestigios de un antiguo esplendor…
…Los genes de las coníferas han sobrevivido por unos pocos cientos de millones de años a sequías climáticas, infestaciones, extinciones masivas e incendios naturales, por no mencionar las edades de hielo. Es como si las coníferas estuvieran hechas para prosperar en los extremos. En ese sentido, los bosques de coníferas del mundo son ecosistemas reliquia, repositorios de ADN sobreviviente.
Creo que esas palabras harán que miremos los bosques de coníferas con un respeto diferente y casi reverencial.
Un abrazo, y nos vemos el lunes. Graciela.