El Cobre, según Gabriela Mistral.

malaquitaEste poema fue descubierto por Dayana, incansable lectora y buscadora de perlas en el mar de la ciencia y la literatura.

COBRE

Gabriela Mistral.

Esá¡n redimiendo el cobre
con las virtudes del fuego.
De allí va a salir hermoso
como nunca se lo vieron
las piedras que eran sus madres
y el que lo befó por necio.

Suba el Padre Cobre, suba,
que naciste para el fuego
y te pareces a él
en el fervor de tu pecho.
Todavía, todavía
no confiesas el secreto
del amor y de la fiebre
que está en tus piedras gimiendo.
Nadie te habrá dicho hermoso,
porque el pecho no te vieron.

Día a día te volviste
la pobre piedra quedada,
la pobre piedra que duerme
y dura y odia la llama
y eres, ya, todos tus muertos
antes de ser sepultada.

Helados, llanto y sonrisa,
la oración y la palabra,
el amanecer la siesta
y la oración no arribada.
Ya es lo mismo, ya es igual
la mudez que la palabra.

La imagen que ilustra el post es una foto de malaquita, (carbonato de cobre) tomada por el Pulpo en el Museo de Historia Natural en uno de sus viajes a USA.

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