El mar, con los ojos de Galeano.
Este texto es parte de El libro de los abrazos de Eduardo Galeano, y creo que vamos a coincidir en que es genial.
La función del arte/1
Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla.
Viajaron al sur.
Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando.
Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura.
Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su padre:
-¡Ayudame a mirar!
No sé si hay modo de describir mejor algo tan bello como el mar, que de verdad nos deja «mudos de hermosura».
En este mismo libro, he seleccionado muchos otros párrafos que de algún modo tienen que ver con nuestra locura geológica, y que iremos compartiendo de tanto en tanto, porque son tan fantásticos como el párrafo precedente.
Un abrazo, Graciela
Es tan grande… siempre me impresiona ver un globo terráqueo y ponerlo exactamente en el Pacífico… parece un planeta sin tierra…
¡¡¡¡Además de grande es tan bello el mar, Terox!!!!