El terremoto de Turquía
Luego de algunos eventos precursores, se produjo finalmente un fuerte sismo en la zona oeste de Turquía, y de eso hablaremos ahora.
¿Cuándo y dónde se produjo el sismo?
Según lo informa la prensa, el evento tuvo lugar el día viernes 30 de Octubre de 2020 a las 15:14:56 hora local según el sistema UTC.
La posición del sismo es en la zona occidental de Turquía, siendo Ázdere, en Izmir -distante 32,9 km del epicentro– la localidad más próxima en ese país. No obstante, es la población de Kokkári, en la isla griega de Samos en el Mar Egeo, la que se encuentra más cerca, a una distancia de 8.2 km hacia el noroeste.
Son las coordenadas geográficas: 37,836° latitud N y 26,831° longitud E, y la profundidad del hipocentro se estimó en 10 km, lo cual explica en parte la intensidad, ya que se trata de un terremoto somero.
La magnitud informada en el último análisis fue 7.
¿Qué daños informa la prensa?
Si bien es todavía muy pronto para una evaluación completa, se sabe ya que se han registrado al menos cuatro muertes de seres humanos en Turquía, y unos 120 heridos. Se derrumbaron también varios edificios de Izmir. En Samos, si bien hubo numerosos daños, sólo se informaron cuatro heridos.
¿Cuál es el contexto geológico?
El espacio correspondiente al Mar Mediterráneo está afectado por la convergencia entre dos placas tectónicas mayores: la de África que se mueve hacia el norte a una velocidad aproximada de entre 4 y 10 mm por año, y la de Eurasia, situación que constituye por la presencia próxima de otras placas menores, una zona de contacto bastante compleja.
El inicio de la convergencia se habría producido con el cierre del Mar de Tethis, (antecedente del Mediterráneo) hace alrededor de 50 millones de años.
Precisamente dentro del complejo sistema del contacto convergente, se halla la zona de fractura de Anatolia, al oeste de Turquía, lo cual provoca gran sismicidad local.
¿Qué característica especial puede añadirse?
Lógicamente, al afectar el movimiento de las placas a una zona mayormente marina, son comunes los tsunamis, tal como ocurrió en esta oportunidad, y es una de las razones por las cuales todavía se deben seguir evaluando los daños, tal como señalé más arriba.
¿Qué cabe esperar ahora?
Como lo he dicho ya tantas veces, deben reacomodarse las placas que se han movilizado repentinamente en esta ocasión, hasta encontrar una nueva posición de relativo equilibrio. Eso se notará seguramente en nuevos movimientos menores a lo largo de ambas costas mediterráneas, y probablemente también en el norte de la Península Arábiga, y hasta en la India. Pero no hay necesidad de alarmarse porque no cabe esperar magnitudes tan elevadas de aquí en adelante, pues gran parte de la energía ya ha sido liberada.
Un abrazo y hasta el lunes, Graciela
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