El volcán Erebus y el origen de su nombre.
Les aclaro de entrada que en este post de hoy, no veremos todavía las características geológicas del volcán. Sólo nos referiremos a la mitología que se relaciona con su nombre. En otro post, más adelante, les explicaré las condiciones más específicamente científicas. Por ahora, confórmense con saber que es el volcán más austral del mundo, y que pertenece a la Antártida Argentina. De todo lo demás ya hablaremos.
¿Qué significa la palabra Erebus?
Según las diversas interpretaciones de los numerosos estudiosos de la etimología, la palabra Erebo o Erebus (según la latinización que ha llegado a nuestros días) deriva del vocablo Ἔρεβος», que significaría sombra, oscuridad, o tinieblas y que habría servido también para designar a «las profundas regiones del inframundo».
Reconoce antecedentes en diversos idiomas, según sea la bibliografía elegida, que incluirían entre otros el sánscrito y el nórdico antiguo, con términos como rayani o røkkr respectivamente, ambos con el significado de oscuridad.
¿Con qué mitología se relaciona ese nombre?
El nombre ya consolidado como Erebus ingresa en la mitología griega, para explicar tiempos muy primitivos en la creación del mundo conocido. Se consideraba que en el principio de los tiempos, existían cuatro primordiales: Khaos, Gea, Tártaro y Eros, que representaban el desorden, la Tierra, el inframundo y la fuerza creadora respectivamente.
Del caos (o la diosa Khaos) habrían nacido los dioses griegos más antiguos, uno de los cuales fue precisamente Erebus. También la noche Nyx había sido engendrada por Khaos, es decir que eran hermanos.
¿Qué jugosas historias mitológicas incluyen a Erebo o Erebus?
Como ocurre tan frecuentemente en la mitología, aparece una relación incestuosa entre Erebus y Nyx, de cuya consumación nacen otros dioses como Aether, que domina el éter, Hypnos, que rige el sueño, Thanatos, deidad de la muerte, y Geras, el dios de la vejez.
Erebus, como regente del inframundo, recibía a los espíritus de los muertos, en el espacio conocido como Tartarus o Tártaro, invisible para los vivos, pero lleno de intrigas y extrañas interrelaciones.
De hecho fue allí donde Zeus envió a los titanes después de que los derrotó para convertirse en el dios absoluto.
Cuando sus descendientes crearon la Tierra, Erebus fundió el inframundo con la Tierra, llenando con tinieblas los lugares vacíos. Nyx a su vez se ocupó de traer la noche, y Hemera, una de las muchas hijas que ella tuvo por fuera de su relación con Erebus, se unió a él para provocar el amanecer. Tanto es así, que el nombre romano de Hemera era Dies, es decir Día.
Como pueden ver, el nombre del volcán está a la altura de los merecimientos del propio aparato geológico, del que ya hablaremos más adelante. Por eso mismo, espero que este post les haya resultado entretenido, y que no dejen de leer la información geológica correspondiente, en ese futuro texto.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
P.S.: La imagen que ilustra el post es de este sitio.