Las leyendas que explican el origen de las Cataratas del Iguazú.
¿Dónde están y qué características tienen las cataratas del Iguazú?
Se trata de imponentes caídas de agua localizadas sobre el Río Iguazú que define el límite entre la provincia argentina de Misiones y el estado brasileño de Paraná.
Se encuentran a 195 msn, y la altura de mayor caída es de 82 m. Pero, repito, ya hablamos de ellas extensamente en otro post más científico. Y seguramente también aparecerán en mis anécdotas de viaje, porque las tengo…
¿Qué dice la primera de las leyendas acerca de la formación de las Cataratas de Iguazú?
Según se cuenta, Naipi era una bella india prometida en sacrificio al dios M’boi, señor del río, y proveedor de los peces, alimento primordial de los pobladores de la región.
Sin embargo, en el día mismo en que debía realizarse el sacrificio, que representaría el matrimonio entre la india y el dios, Tarobá, un valiente guerrero, enamorado de Naipi, y por ella correspondido, la raptó para salvarla.
Juntos descendían en canoa por el Río Iguazú, cuando el dios enfurecido se transformó en serpiente y se introdujo en la tierra, realizando enloquecidas contorsiones con su cuerpo, de tal manera que el terreno alteró su forma hasta generar los grandes saltos por los que se despeñó la embarcación de la pareja fugitiva.
Pero el dios indignado quiso perpetuar el castigo para toda la eternidad, y transformó así a Naipi en piedra, para siempre azotada por las aguas del río.
Tarobá, en cambio, se convirtió en palmera, quedando así condenado a observar para siempre el castigo de su amada, sin poder alcanzarla jamás.
Un detalle poético que se agrega en algunas versiones, explica el arco-iris que se observa en las cataratas cuando hay mucho sol, como un puente secreto en el que los espíritus de los amantes pueden ocasionalmente encontrarse, a despecho de la maldición de M’boi.
¿Cuál es la leyenda alternativa?
Esta otra leyenda incluye también a una pareja: Ã, princesa de las tierras altas, y Guaó, príncipe guerrero de los territorios inferiores. Los pueblos de ambos monarcas vivían en guerra, de modo tal que los dioses Tupác y Jaci, concertaron el matrimonio entre los dos jóvenes herederos para establecer la paz tan necesaria.
Sin embargo, en el camino para encontrarse con Ã, el príncipe Guaó fue herido de muerte por una flecha de los guerreros de à que no querían la paz.
Haciendo un esfuerzo sobrehumano, el príncipe, llegó no obstante a encontrarse con la princesa, quien sólo logró abrazarlo en su suspiro final. Con el cadáver de su amado entre los brazos, Ã lloró de tal manera, y con tanta abundancia que sus lágrimas dieron origen a las Cataratas que hoy vemos.
Si me lo preguntan a mí, prefiero la otra versión, porque esa serpiente que agita la tierra, alude de alguna manera a los cambios estructurales que ocurrieron en la historia geológica de la región, pero eso ya es parte de otro post.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
P.S.: La imagen que ilustra el post es de De Spouse of Leonard G. – Trabajo propio, Dominio público,