Los tehuelches y su visión del cosmos.
Estando en vísperas de las vacaciones de invierno, me pareció que se imponía un post desacartonado y pintoresco, lo que me llevó a elegir este tema, relacionado con las creencias de los antiguos pobladores de la pampa argentina.
Ellos, como todos los antiguos pueblos, intentaron dar explicación a los fenómenos que los asombraban y deseaban comprender.
A diferencia del panteísmo propio de otras grandes civilizaciones,- es decir la tendencia a dotar de poderes divinos a todos los elementos y fenómenos de difícil explicación- los tehuelches relacionaron los procesos que observaban, con elementos de su vida cotidiana.
Su tendencia era pues, más irreverente, pero también más natural.
¿Cómo explicaban los tehuelches la Cruz del Sur?
Según los nativos, esa constelación era la huella de la pisada del ñandú cuando paseaba por el firmamento.
¿Cómo explicaban los tehuelches la visualización del planeta Marte?
Para ellos se trataba del carancho al acecho. Suponían que desde esas alturas se lanzaba en sus cacerías de pequeñas presas, como otras aves, roedores o reptiles.
¿Cómo explicaban los tehuelches la Vía Láctea?
Para los tehuelches, la Vía Láctea, era el resultado del polvo que levantaban los guanacos en sus migraciones y desplazamientos.
Si lo pensamos un poco, no es tan diferente de la explicación que daba la Iglesia Católica para la Galaxia a la que pertenecemos, ya que según su visión también se trataba del polvo que se producía por caminantes, en ese caso, humanos, tal como les expliqué en el post que les he linkeado más arriba.
¿Cómo explicaban los tehuelches las Nubes de Magallanes?
Para ellos, las nubes eran revolcaderos de guanacos, algo así como descansos especiales en su camino celeste.
¿Qué son las Nubes de Magallanes?
Las Nubes de Magallanes son dos galaxias enanas, pertenecientes al Grupo Local de galaxias, lo cual significa que están relativamente próximas, y hasta se verían afectadas en alguna medida por la Vía Láctea.
Las Nubes se distinguen entre sí por su tamaño, del que toman sus correspondientes nombres de Gran Nube de Magallanes y Pequeña Nube de Magallanes.
Si bien ambas se ven mejor desde el hemisferio austral en noches con cielo limpio y sin luna, los antiguos pueblos del Oriente Medio ya las conocían.
Fue el astrónomo persa Abd Al-Rahman Al Sufi quien las mencionó por primera vez en su Libro de las estrellas fijas, bautizándolas como Al Bakr (Buey Blanco). No obstante, el nombre con el que hoy se las conoce les fue dado en Europa, como homenaje a Fernando de Magallanes quien las observó durante su viaje de circunnavegación entre 1519 y 1522.
Las dos galaxias enanas están separadas entre sí por unos 21º, en la esfera celeste visible desde la Tierra, pero su distancia real es de unos 75.000 años luz.
Recordemos que la Vía Láctea es una galaxia en espiral, lo cual constituye la primera diferencia con las Nubes de Magallanes, que son irregulares, las otras diferencias residen en su masa significativamente menor, y su composición más rica en gas y más pobre en metales; y su población estelar muy joven.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
P.S.: La imagen que ilustra el post la he tomado de Imágenes Google, que me direccionó a este sitio.