Más de Eating dirt, de Charlotte Gill.
Hoy vuelvo a traducir para ustedes un excelente texto que forma parte del libro Eating Dirt, de Charlotte Gill. Disfrútenlo y aprendan más de paso. Es un libro excepcional, que se cuenta entre mis favoritos.
Tierra. En casa tratamos de fregarla, blanquearla y quitarla con la aspiradora. Tratamos de eliminarla con los numerosos limpiadores que guardamos debajo de la pileta. Pero en sitios como éste, la tierra es algo precioso y subestimado. Las migajas de pan con manteca del «plantador de árboles». Es también alimento, sustrato y hábitat. Sólo una capa de suelo biológicamente activo, tan delgada como una página impresa, o tan profunda como algunos pies de espesor, de la cual, más tarde o más temprano, todos los seres vivos dependen. Las plantas brotan de esta tierra y son comidas a su tiempo, por todas las demás criaturas de la red alimentaria. Este suelo depende de su propia arquitectura vital para mantenerse en su sitio, tal como los mamíferos necesitan sus huesos. En estos alrededores, cubre un terreno abrupto, y es azotado por las lluvias invernales. Ha estado sujeto al castigo de maquinaria pesada, al desgaste, y la compactación y erosión.
Ojalá hayan disfrutado como yo, tan buena literatura. Un abrazo y hasta el próximo lunes, con un post científico. Graciela.