Más de tectónica de placas: contactos divergentes

Retomo el hilo de ese tema fundamental que constituye el actual paradigma de la Ciencia Geológica, y que les he venido explicando de a pasitos para no aturdirlos ni alejarlos del blog.

En el último avance les conté que hay diferentes tipos de contactos entre las numerosas placas que segmentan la superficie planetaria.

Hoy empezaré a contarles en detalle lo que ocurre en esos contactos, que ya les adelanté que son los núcleos más activos del planeta. Hoy veremos los contactos divergentes, asumiendo que ya han visto todos los temas anteriores, por lo cual hay algunas cosas que no voy a repetir, sino que me limitaré a dejarles el link para que repasen los conceptos ya presentados.

Este tema de hoy les dará respuestas para algunas de las preguntas que algunas vez dijimos que este nuevo paradigma ayudaba a resolver, especialmente en lo que se refiere a la constitución de los fondos oceánicos.

¿Qué se entiende por contactos divergentes?

Comencemos por decir que la palabra divergente deriva del latín, idioma en que di signfica aparte y vergere quiere decir moverse.

Esto tal vez les permita recordar que ya se los he presentado, (sólo nominalmente) en un post anterior, de modo que deberían saber que se trata de «contactos de construcción» o también podemos llamarlos de expansión, o tensionales. Ahora vamos a explicar por qué son así considerados.

Se conocen como contactos de construcción o constructivos porque en ellos se genera nueva corteza o litósfera oceánica (según diversas interpretaciones); se denominan también centros o contactos de expansión o expansivos, porque la expansión del fondo oceánico que ya les he explicado antes, se produce en estas zonas.

Finalmente el nombre de contactos extensionales procede del hecho de que los vectores de movimiento implican precisamente extensiones o tracciones, apuntando a direcciones opuestas entre sí. Es decir que las placas involucradas se separan alejándose una de otra. En efecto, el estudio del primer movimiento de los terremotos que tienen lugar en este tipo de contactos ha confirmado que se trata dominantemente de esfuerzos tensionales.

¿En qué situaciones ocurren los contactos divergentes?

Pese a que el gran ejemplo de la divergencia de placas tiene lugar a lo largo de las dorsales oceánicas, y a que esto ha conducido a suponer que sólo allí ocurre este fenómeno, también pueden desarrollarse contactos divergentes entre las placas en el interior de un continente, lo cual da lugar a la fragmentación continental que tan bien reconoció Alfred Wegener.

Empecemos por reconocer que cualquier movimiento de tal magnitud debe obedecer a una causa, y hoy se considera que el motor de estos desplazamientos es la convección térmica profunda. En post futuros veremos que hay ciertas discrepancias en cuanto a la profundidad de esos núcleos convectivos, su configuración y hasta su origen último, pero por ahora nos alcanza con recordar lo que ya anotamos en el post que les he linkeado unos renglones más arriba. Es decir que las fuerzas tensionales responden a los sitios en que las propias corrientes convecticas se alejan entre sí.

Ahora, teniendo ya la fuerza impulsora, veamos qué pasa en las dos diversas situaciones planteadas.

¿Qué procesos ocurren en contactos divergentes oceánicos?

Ya sabemos que las corrientes convectivas adyacentes, pero con movimientos opuestos crean fuerzas tensionales que empujan primero hacia arriba el fondo oceánico, y luego lo estiran y adelgazan hasta fragmentarlo, y desplazar a las placas sobreyacentes, alejándolas del eje de ruptura. Esto genera el espacio para que por él ascienda desde el manto situado por debajo, la roca fundida que conocemos como magma y posteriormente lava.

El magma se enfría gradualmente para dar lugar a rocas ígneas que constituyen nuevos segmentos de fondo oceánico, en el proceso que ya les he linkeado arriba y que conocemos como expansión del fondo oceánico, que genera nuevos terrenos, con una elevación central conocida como dorsal.

Esa dorsal es resultante de las altas temperaturas del material que asciende en estado fundido, lo que lo hace menos denso, y por ende se sobreeleva respecto al terreno circundante, desde el cual sobresale como una cordillera submarina, marcada a veces en la superficie por cadenas de islas que no son sino las cimas de los picos sumergidos y que a veces se conocen como guyots.

La expansión ocurre con velocidades que varían entre 2 y más de 15 cm anuales. La dorsal Centroatlántica es lenta, mientras que algunas porciones de la dorsal del Pacífico oriental son las que se mueven con las mayores velocidades.

En una primera lectura esas velocidades pueden parecer exiguas, pero alcanzan para que a lo largo de 180 millones de años (correspondientes a las edades más antiguas medidas en los fondos oceánicos hasta el presente) se hayan formado todas las cuencas actuales.

¿Qué procesos ocurren en contactos divergentes en el interior de los continentes?

Según el estado actual del conocimiento, los contactos divergentes que tienen lugar en zonas continentales proceden de manera bastante similar a lo ya descripto para las dorsales oceánicas, y originan la fragmentación continental que normalmente empieza con la formación de una depresión alargada denominada rift.

El ejemplo paradigmático es el rift del África oriental- aunque veremos más abajo que no es el único- que representa el estadio inicial de la ruptura de un continente. A lo largo de ese valle, las fuerzas tensionales estiran y adelgazan la
corteza continental, tal como en el océano y dan también espacio para que el magma ascienda manifestándose como actividad volcánica, con expresiones como el Kilimanjaro y el Monte Kenia.

¿Cuáles son los resultados en cada uno de esos casos?

Ya dijimos que en el caso de ocurrir la divergencia en una placa oceánica que se fractura, se forma una dorsal, que puede elevarse entre 2 y 3 km por encima del fondo oceánico que se encuentra a ambos lados, y que -contra lo que el término mismo puede sugerir- no se trata de una estructura de escasa extensión lateral, sino que puede comprender entre 1.000 y 4.000 kilómetros de ancho, lo que deja sitio para que en algunos segmentos, y siguiendo el eje longitudinal, aparezca un valle central profundo y afectado por fallas, al que se conoce como rift o valle de rift, en modo semejante a lo que ocurre en las placas continentales divergentes.

De resultas de estos procesos, se genera todo un sistema de dorsales oceánicas interconectadas que se internan en todas las cuencas oceánicas mayores (Atlántica, Pacífica e Índica) formando el rasgo topográfica más largo de toda la superficie terrestre, ya que supera los 70.000 kilómetros en total, y el 20 por ciento de la superficie planetaria.

En cuanto a los rifts continentales, la profundización del fenómeno llega a separar la placa en dos mitades opuestas, entre las cuales se interna un brazo estrecho de mar, conectado con el océano.

Ése habría sido el caso del actual mar Rojo, que habría resultado de un largo proceso, iniciado unos 20 millones de años atrás, cuando la península Arábiga se separó del continente africano.

Hoy se visualiza este fenómeno en el Gran Valle del Rift de África Oriental que ya mencionamos más arriba, y que tiene lugar entre una placa mayor (la Africana) y una pequeña placa o subplaca denominada Somalí. En el futuro, parte del continente podría ser arrancado si el proceso no se detiene, tal como parece haber ocurrido en el Valle del Rhin, que no dio origen a nuevos fondos oceánicos.

Otro sitio donde un Rift inicialmente continental está permitiendo el ingreso del mar es el Golfo de California, donde Baja california se aleja progresivamente del continente.

Más adelante les presentaré un post con modelizaciones de la posible situación de mares y continentes en unos 50 millones de años.

¿Qué características tienen los nuevos materiales así formados?

Ya dijimos antes que la corteza oceánica recién creada está caliente y es menos densa que las rocas formadas antes, que ya están más frías, y aumentan su densidad por la contracción térmica, lo que produce un descenso relativo, y explica la presencia de profundidades oceánicas progresivamente mayores al alejarse de la cresta de la dorsal.
En esas profundidades además, se acumulan los sedimentos procedentes de los continentes circundantes, y de la propia depositación biológica marina. Todo esto va aumentando el espesor de la placa, de tal manera que puede generalizarse que las placas antiguas suelen ser de mayor espesor que las más nuevas.

Con respecto a las características litológicas, al tratarse de materiales originalmente fundidos en los fondos simaicos, las rocas formadas son por lo general del extremo básico, o no muy alejadas de él.

En cuanto a los rifts continentales, cuando llegan al estado en el que se instala un mar incipiente, la expansión del fondo oceánico que allí tiene lugar va generando materiales marinos que se adosan en los bordes continentales en divergencia, ésa es la razón por la cual en los bordes de las placas mayores del presente, siempre se encuentre algo de material relacionable con corteza oceánica, reconocible por su composición litológica.

¿Qué se puede agregar?

Es obvio que en un tema tan complejo, estamos muy lejos de agotar la información de que hoy se dispone, razón por la cual volveremos muchas veces a agregar detalles a lo que aquí vamos viendo. Y también, obviamente, tendremos en algún momento que señalar las objeciones que algunos científicos expresan a detalles no del todo bien comprendidos todavía. Y por supuesto, cuando este post y todos los anteriores tengan algunos años más, es probable que haya que corregir apreciaciones, por la sencilla razón de que la ciencia está siempre en revisión…afortunadamente.

Si este post les ha gustado como para llevarlo a su blog, o a la red social, por favor, mencionen la fuente porque esta página está registrada con IBSN 04-10-1952-01.

Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela. P.S.: La imagen que ilustra el post es de este sitio.

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