¿Qué se entiende por Recursos?
Este tema tiene numerosas aristas y todas son de gran interés, de modo que voy a abordarlo a partir de un apunte que confeccioné hace algunos años como material didáctico para un Postítulo en la Universidad Nacional de Córdoba.
Debido a la longitud del trabajo original, he decidido dividirlo en dos segmentos, el primero de los cuales es este post, mientras que el segundo revisará las cuestiones referentes al uso responsable de los recursos naturales.
Por supuesto, debido al tiempo transcurrido desde la edición del texto original, realicé algunas ligeras modificaciones, pero de usarse el material, debe ser citado como:
Argüello, Graciela L. 2002. Capítulo 2 de LOS RECURSOS SUELO Y AGUA. Libro de Texto para el Trayecto Ciencias de la Tierra, del PROGRAMA DE POSTITULACIÓN EN CIENCIAS NATURALES, de la F.C.E.F. y Naturales de la U.N.Cba. Versión actualizada, corregida y aumentada. 86 págs. ISBN Nº 987-9406.
¿Qué significa «recurso»?
Muchas definiciones se han intentado para el término «recurso», siendo tal vez la más sencilla aquélla que lo describe como bien de uso. Es decir, todo aquel elemento del cual se sirve el género humano para satisfacer sus necesidades, sean éstas las básicas vitales, o las que mejoran su calidad de vida, o aumentan su confort.
En un sentido amplio, todos los elementos del medio natural son potencialmente recursos, ya que no es posible asegurar en forma absoluta, cuál ha de ser el papel que se les pueda asignar en algún momento, y qué valor se les atribuirá en función de las cambiantes necesidades de la humanidad.
Esta concepción está ya señalando el carácter, por un lado antropocéntrico, y por otro, mutable en el tiempo y el espacio, de su significado.
En efecto, es el hombre quien define la utilidad, y esa definición, a su vez, cambia según los tiempos, las modas, las culturas, etc.
Casos concretos de variabilidad temporal, son determinados objetos que caen en desuso (como el gas de alumbrado, por ejemplo, que ya no es usado para iluminar las ciudades), o que cobran notoriedad según el avance de la tecnología, o el capricho de la moda.
Un ejemplo muy dramático de este último caso es el de los residuos domiciliarios, que se han convertido en recursos, desde el momento en que la evolución tecnológica ha posibilitado su reciclado, o el enfoque ecológico ha abierto el camino a la generación de compost.
Asimismo, en algunas geografías, en las que el papel moneda carece de todo significado, las conchillas de determinados moluscos llegan a constituir el bien de cambio, y como tal, un recurso.
En nuestro propio país, ha surgido muchas veces, de resultas de diversas crisis económicas a las que nuestros beneméritos gobernantes nos conducen cíclicamente con alegría digna de mejor causa, un amplio abanico de «recursos novedosos», por llamarles de algún modo, tales como los diversos papelitos de colores que casi cualquier institución gubernamental emite como bien de intercambio en su ámbito de competencia.
Fueron ejemplos de este fenómeno: los Lecop, Lecor, Patacones y otros bonos provinciales y aun municipales, o los que se ha permitido recurrentemente a los Bancos entregar a sus acreedores ahorristas. O hasta los vales que en algunos comercios se entregan a los clientes en lugar de monedas cuando éstas están en falta.
Debido a esa amplísima mutabilidad del concepto de recurso, a los fines prácticos, conviene acotar su significado, aplicándolo específicamente a los elementos que en un medio dado, y en una etapa determinada de desarrollo, parecen especialmente valiosos para el ser humano.
¿Cómo se clasifican los recursos?
Obviamente, como ocurre con todas las poblaciones a clasificar, numerosas son las alternativas para señalar grupos definidos, dependiendo esencialmente del criterio utilizado.
De entre la amplia gama de posibilidades, se han seleccionado tres puntos de vista diferentes, para obtener otras tantas categorizaciones independientes.
1. Según el punto de vista de su generación:
Según que el hombre tenga o no participación directa para generar los recursos, estos serán culturales o naturales, respectivamente.
Son recursos naturales todos aquéllos que están presentes en el medio, independientemente de la existencia o la actividad del hombre. No implican intervención humana para su generación. Ejemplos concretos son la flora, la fauna, los yacimientos minerales, el agua, el suelo, el paisaje, etc.
Son recursos culturales, en cambio, los sistemas sociales, las obras de arte, las edificaciones, el folklore de cada pueblo, etc. Todos son esencialmente construcciones humanas, de mayor o menor complejidad, y de mayor o menor tangibilidad, pero resultantes siempre de una tarea física o mental realizada por seres humanos.
En esta clasificación, curiosamente, el hombre, que originalmente se concebía como un vector entre ambos tipos de recursos, pasó a ser considerado, con el tiempo, un recurso más, por el incuestionable valor de su papel para generar su propio confort.
En efecto, el hombre, que es el que se sirve de los recursos naturales para crear recursos culturales, ha comenzado a ser categorizado como el recurso humano de los sistemas sociales y políticos, que lo contienen.
Así es que hoy, una de las medidas del progreso de las comunidades viene dada por la calidad de su recurso humano, entendiéndose por tal, su estado de salud física, mental y moral, su grado de educación, de organización, el nivel de sus habilidades adquiridas, etc.
Un ejemplo clarísimo puede visualizarse en aquel jugador de fútbol que es «vendido», o transferido, por cifras a veces millonarias, por su capacidad y rendimiento.
2. Según el punto de vista de su naturaleza:
Por su esencia misma, es posible una clara separación entre recursos geológicos y recursos biológicos, según se trate o no, de elementos vivos.
Son recursos geológicos: los minerales y rocas, los combustibles minerales, las fuentes no convencionales de energía- como el viento, las mareas, el sol, y el calor interno de la Tierra,- el aire, los paisajes, el agua, el suelo, etc.
Son biológicos, los recursos ofrecidos por la flora y la fauna.
3. Según el punto de vista de su posibilidad de uso:
En este caso, la separación depende de la mayor o menor velocidad con que los elementos sujetos a utilización se regeneran hasta un nuevo estado de disponibilidad, y se habla entonces de recursos renovables o no renovables.
Son recursos renovables aquéllos que se reponen a un ritmo acorde al de su requerimiento por los seres humanos, tal es el caso de las cosechas, la fauna no salvaje, etc.
Los recursos no renovables implican largos períodos para su regeneración, excediendo con creces el tiempo de la vida humana. Ejemplos claros son los yacimientos minerales, o el petróleo.
Algunos elementos que clásicamente eran considerados renovables, como el agua o el suelo, pueden resultar no obstante, tan agotados o dañados por su explotación irresponsable, o por la contaminación, que pasan a revistar en una categoría diferente que podría considerarse como recurso renovable crítico, atendiendo con esto a su característica de difícil reutilización cuando su uso no está de alguna manera controlado.
Sobre ese manejo responsable, y sobre aspectos relacionados, versará el próximo post de esta serie.
Hasta entonces, Graciela
Bibliografía básica consultada en la redacción del apunte original:
GAMKOSIÁN, A. 1984. «Lecciones de recursos geológicos y minerales» Apunte de la Universidad Nacional de Córdoba.
P.D: Ilustra el post una foto de un cristal de aragonita, tomada en el Museo de Mineralogía de la Facultad de Ciencias Exactas Físicas y Naturales de la U.N. de Cba, por mi ex alumno Juan Ignacio Martín González.
Si este post les ha gustado como para llevarlo a su blog, o a la red social, por favor, mencionen la fuente porque esta página está registrada con IBSN 04-10-1952-01.
Hola graciela, estube leyendo unos cuantos posts tuyos, y me preguntaba si un licenciado en geologia puede trabajar en el rubro de las energias renovables como la eolica, por poner un ejemplo. por que el año que viene voy a comenzar la carrera de geologia en la Universidad Nacional de Rio Negro y me interesa mucho el tema de las energias renovables, como asi tambien la geologia. Saludos.
Sí, es un ámbito en el que hay cabida para los geólogos, Nahuel.
Sí ése es un ámbito en el que podrías desempeñarte, Nahuel.