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Para interpretar el evento sísmico de hoy en Acapulco.
Ya la situación de México en el aspecto sísmico ha sido tema muchas veces en el blog, y también las generalidades sobre los terremotos han sido explicitadas. Si bien más adelante seguiré dando infomación cada vez más fina sobre ambos temas, hoy vale la pena rever lo que ya he comentado sobre ambos tópicos.
¿Qué sucedió en las proximidades de Acapulco?
Para ello, les dejo algunos links que les permitirán navegar con comodidad por esas conversaciones en el blog.
Pero hoy debo comenzar por señalar los detalles generales del evento acontecido entre ayer y hoy.
El acontecimiento fue un sismo de Magnitud 7.1, con epicentro 11 km al SW de Acapulco, a las 20:47:46, hora local, del día 7de septiembre de 2021. Las coordenadas del sitio son Latitud 16.78° N y Longitud 99.93° W, con profundidad del hipocentro de aproximadamente 10 km.
No se reportaron demasiados daños materiales, si bien hubo numerosas réplicas, y debe lamentarse al menos la pérdida de una vida humana.
Con respecto a los posts que les recomiendo leer son los que están bajo las etiquetas México, y sismos , a los que pueden llegar siguiendo los links que les incluyo.
La imagen que iustra el post es de Clarín.
Un video relacionado con un evento sísmico
En este video se unen mi amor por los perros, a los que creo que todos les debemos un homenaje, con un evento natural que es parte de mi área de estudio y conocimiento: un terremoto. Me llegó por whatsapp hace un par de años, y desconozco su origen.
El sismo de México del 19 de Septiembre de 2017
Nuevamente, una agitación telúrica me convoca para explicar algunos de sus aspectos. Como nunca quiero repetir cosas ya expresadas en este mismo blog, les sugiero que lean, antes de entrar en este post, tanto como puedan de cuanto vengo subiendo bajo la etiqueta Sismos. Si eso les parece mucho, sigan al menos los links que incluyo en el texto, porque de lo contrario se les escaparán algunos conceptos que yo ya doy por conocidos.
¿Cuándo, cómo y dónde sucedió el evento sísmico?
El pasado martes 19 de Septiembre, a las 13 horas y 14 minutos de la hora local, y sólo unos diez días después del terremoto -de mayor magnitud- de Chiapas, se produjo un nuevo terremoto, con magnitud 7,1 de Richter.
Fue además un sismo bastante prolongado, ya que alcanzó al menos un minuto de duración.
El epicentro se situó cercano al límite entre Morelos y Puebla, más específicamente, 12 kilómetros al sureste de Axochiapan, correspondiendo a las coordenadas 18,584° de latitud N y 98,399° de longitud W.
El hipocentro tuvo una profundidad de entre 51 km según el informe del USGS, y 57 km, según la estimación del Servicio Sismológico Nacional de México.
Al menos son 224 las víctimas humanas fatales, aunque con el correr de las horas la cifra podría incrementarse.
El sismo se produjo en coincidencia con la fecha en que 32 años atrás, se producía la peor tragedia del país: el terremoto que provocó cerca de 10.000 muertos en 1985.
¿Fue algo absolutamente inesperado?
De ninguna manera, forma parte del reacomodamiento de placas -que como yo misma les anuncié hace 10 días en otro post– debía producirse. Y fue también, como allí les dije, de menor magnitud. Recuerden que tratándose de una escala logarítmica, ese ligero cambio entre los grados 7 y 8, es sólo aparente, ya que en la realidad la energía liberada es muchísimo menor.
¿En qué se parece y en qué se diferencia del acontecido hace diez días?
El contexto geológico en escala megascópica es el mismo que les expliqué en el anterior terremoto, de modo que no voy a repetirlo ahora, sólo les recuerdo que se relaciona con el contacto entre las placas de Cocos y Norteamericana.
En cuanto a las diferencias, las más significativas son los efectos en materia de daños, que analizaré más abajo, y la característica dominante del movimiento, que fue trepidatorio en esta oportunidad.
¿Qué significa que fue «trepidatorio»?
Éste es el momento exacto en que deberían ir a leer mi post sobre los diferentes tipos de ondas sísmicas, ya que todas las explicaciones que siguen se basan sobre esos conceptos.
En el post que les linkeé más arriba, les expliqué que las ondas superficiales son las responsables de los daños de los terremotos, puesto que las ondas internas o profundas disipan gran parte de su energía lejos del hábitat humano, a gran distancia de la superficie.
Por ende, nos centraremos ahora en las ondas superficiales, aunque un poco más abajo hablaremos también de las ondas internas, por razones muy distintas.
Pero vayamos a lo nuestro:
Recordemos que en todos los tipos de ondas, las partículas individuales no se desplazan recorriendo distancias, sino que solamente vibran en su lugar, transmitiendo su energía a las adyacentes, de modo que es la energía y no la materia, la que se moviliza por cientos o miles de kilómetros.
Por otro lado, recordemos que existen diversos tipos de ondas superficiales, uno de los cuales es el que conocemos como Ondas Rayleigh.
En este tipo de ondas, las partículas vibran en un movimiento elíptico y retrógrado, casi como si dieran «vueltas de carnero hacia atrás» en su lugar, lo que se expresa en sacudidas pronunciadamente verticales en el mismo sitio. Eso es lo que se entiende como un movimiento trepidatorio, y es poco habitual, siendo más común que la mayor parte de la energía se manifieste como desplazamientos oscilatorios.
La disipación de la energía Rayleigh es relativamente rápida, de modo que a gran distancia del epicentro, los terrenos sufren casi en su totalidad movimientos horizontales y oscilatorios, mientras que en zonas muy próximas al centro de ruptura, aumenta la componente trepidacional. También la distribución de la energía que se transmite de una u otra forma depende de las condiciones propias del terreno atravesado.
¿Por qué hubo tantos daños?
Ahora necesitan leer el post en que les explico el riesgo geológico, para entender esto que sigue.
Puede uno preguntarse cómo es que hubo en este sismo más daños que en el de hace diez días, que fue, sin embargo de mayor magnitud.
Pues por la convergencia de tres causas principales:
- Susceptibilidad del territorio afectado. Se entiende como tal a la fragilidad natural del área de afectación. En este caso, debe recordarse que México está construida principalmente sobre un material que ha rellenado un antiguo lago, y tanto los suelos blandos como los de relleno, tienden a magnificar los efectos sísmicos, con mayores asentamientos, deslizamientos y hasta posible licuefacción. (Situación en que el suelo supera su límite plástico- líquido, y fluye como si no fuera sólido).
- Vulnerabilidad, ésta es la fragilidad artificial, inducida por las construcciones, la carga estructural y poblacional, la educación y las estrategias de prevención, etc. México está asentada en un terreno muy susceptible, y es además una de las ciudades más densamente pobladas del mundo, y conserva todavía muchas construcciones antiguas, que no cumplen el protocolo de la arquitectura sismorresistente. Un combo realmente alarmante.
- Ineficacia ocasional del sistema de alarma temprana.
¿Por qué fue inefectiva la alarma temprana?
Volvamos a las ondas. Dijimos ya que hay ondas internas- relativamente inocuas- y superficiales, que son las que causan los peores daños.
Afortunadamente, las primeras ondas en llegar a los detectores son las que se propagan en profundidad, más específicamente las ondas longitudinales o p, así llamadas precisamente porque son las «prima» o primeras en llegar.
El retraso de las superficiales respecto a las p, aumenta con la distancia al epicentro, de modo que al detectarse las primeras, puede haber entre 50 y 70 segundos, lo que da tiempo para alejarse de estructuras colgantes, apagar cocinas, desconectar luces, y/o refugiarse bajo una protección relativamente segura. No es mucho, pero a veces hace toda la diferencia.
En este caso, fue tan escasa la distancia entre el epicentro y el área poblada, que el tiempo de detección entre las primeras ondas y las destructivas fue extremadamente escaso. No hay responsabilidad humana en esto, pero el efecto fue devastador.
¿Y ahora qué sigue?
Sigue lo de siempre, un tiempo de agitación en toda la región, hasta que las placas encuentren su nueva situación de equilibrio. Pero esto ya lo he dicho en el post que les mandé a leer, de modo que prefiero enfocarme en otra cosa: los volcanes.
Toda esa región es de intensa actividad volcánica, y las placas que se han movido podrían cambiar la configuración de los caminos profundos de ascenso del magma.
En unos casos podrían sellarlos, desactivando al menos temporalmente centros activos, lo cual no es preocupante; pero en otros podrían abrir espacios para el ascenso magmático, generando erupciones, y es a eso a lo que debe prestarse especial atención ahora. Y no sólo en México sino también en países vecinos.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
P.S.: La imagen que ilustra el post es del Servicio Geológico de Estados Unidos.
Ei terremoto en México. Septiembre de 2017.
Una vez más debo apartarme de mi programación habitual, puesto que ha ocurrido un evento sísmico que no puedo menos que tratar de explicar de manera sencilla.
¿Dónde, cuándo y cómo tuvo lugar el terremoto?
El sismo tuvo lugar a las 23h 39 minutos de la hora de México, el día 7 de septiembre de 2017, en las proximidades de la localidad de Chiapas, y debido a su magnitud, se sintió también en todo el resto del país e inclusive en Guatemala.
Se trató de un movimiento de profundidad intermedia (58 km) y magnitud 8,2 de la escala Richter. Su epicentro se ubicó a 109 kilómetros al suroeste de El Palmarcito, y a 228 kilómetros al suroeste de Tuxtla, Se han registrado desde entonces y hasta el momento en que escribo este post, hasta 132 réplicas, nueve de las cuales superaron los 5 grados Richter.
Se ha observado también un aumento en el nivel del mar del orden de un metro, y se considera el sismo de mayor magnitud que se haya registrado en los últimos cien años en México.
El recuento de víctimas humanas estaría ya superando la treintena.
¿Por qué se habla de efectos luminosos?
Se trata de luces que se observaron antes, durante y después del evento, en la baja atmósfera. Ya desde 2001 se tiene una explicación para este fenómeno que se viene describiendo desde hace varios siglos, pero que por la imposibilidad de registrarlo en esa época, fue atribuido a mitos, leyendas, y hasta a sugestión.
Hoy en día se asume que estas luces son causadas por ciertas propiedades eléctricas de las rocas, que se ven afectadas por la tensión mecánica que tiene lugar durante esos movimientos repentinos de las placas tectónicas que se manifiestan como terremotos.
Durante la última década, los especialistas están intentando analizar estadísticamente la ocurrencia de estos fenómenos, pues prometen será una manera más de predecir los movimientos telúricos. Esto es por el momento motivo de investigación, ya que se requiere sistematizar una información a la que se le prestó poca atención hasta no hace mucho. Adicionalmente, otros fenómenos atmosféricos pueden enmascarar su verdadero significado, de modo que es un campo promisorio, pero todavía no se incluye oficialmente entre los métodos de detección precoz de sismos.
¿A qué se debió el sismo?
Según la información preliminar, que seguramente los geólogos de la zona podrán completar un poco más en los próximos días, el sismo de México, occurrió como resultado de un fallamiento normal o directo, de profundidad intermedia.
Podría deberse tanto a un deslizamiento de bajo buzamiento hacia el sudoeste, o bien a un desplazamiento de alto ángulo a lo largo de una falla de rumbo NW-SE.
Cualquiera sea el movimiento dominante, la causa última es la subducción de la placa de Cocos bajo la Noreamericana, que ocurre con velocidad aproximada de 76 mm por año.
No obstante, cabe consignar que debido a las características de ubicación, profundidad y mecanismo de fallamiento normal, este sismo sería más asimilable a un fenómeno de intraplaca que a los de la zona de contacto propiamente dicho, entre placas adyacentes.
¿Por qué es México un territorio tan altamanente sísmico?
Durante el siglo pasado, la región que hoy nos ocupa ha sobrellevado al menos otros siete terremotos de magnitud superior a 7 de Richter, pero no todos se deben a la subducción, ya que en México, a lo largo de su costa oeste, ocurren interacciones de al menos cinco placas de distintos tamaños, pero igualmente inquietas.
Ya con motivo del sismo de 2010, yo les expliqué que ese acontecimiento tenía un origen que no se relacionaba con fenómenos de subducción, sino de otra clase de contacto, en el que las placas se desplazan lateralmente en lo que los geólogos llamamos un límite transformante.
Un ejemplo de este tipo de límite es el famoso sistema de fallas de rumbo de San Andrés.
Así pues, comprendemos por qué este lugar del planeta es uno de los más activos sísmicamente, porque cuando una placa no se mueve bruscamente, otra lo hace.
¿Por qué hay alertas de tsunami?
Porque la placa de Cocos es una placa oceánica, y al estar buscando una nueva posición de equilibrio, puede generar maremotos o tsunamis.
No obstante, debido a la vigilancia permanente del Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico, y otras instituciones, nada debería ocurrir sin que se tomen las previsiones del caso, y sólo cabe recordar a la población que seguir las indicaciones de las autoridades es su mejor opción.
¿Qué cabe esperar ahora?
Debo repetir una vez más, como en tantos otros posts, que seguramente la zona estará temblando algún tiempo, porque todo el rompecabezas de las placas cercanas debe reajustar su posición, en un nuevo estado de equilibrio.
No obstante, como siempre les digo, una vez que se ha roto el silencio sísmico, la mayor parte de la energía acumulada ya ha sido liberada, de modo que lo que viene debería ser de magnitud siempre decreciente, al menos en teoría.
Las zonas aledañas a las placas que se contactan con la de Cocos, sobre los bordes Pacíficos, seguramente serán las que más deban acomodarse, y tendrán las mayores probabilidades de ocurrencia de otros eventos.
Hay también un efecto posible, del que no he hablado otras veces porque todavía no les había contado algo que les permitiría comprenderlo mejor.
Como ahora ya les he subido el post que necesitan leer para entender lo que sigue, voy a comentarles este posible efecto a largo plazo. Pero vayan a leer este post primero, así nos entendemos mejor.
Si ya leyeron el post que les indiqué arriba, saben que uno de los movimientos planetarios es el Período de Chandler, que se conoce desde el S XlX y que incluye desplazamientos del eje terrestre de no más de 9 metros, en respuesta a los movimientos de grandes masas (como las placas tectónicas) sobre su superficie.
En conclusión, este sismo de gran magnitud podría haber ya provocado algún cambio ligero en la posición del eje, lo cual a largo plazo también podría incidir en algún grado, en el cambio climático que forma parte natural de la historia del planeta.
Un abrazo y hasta el lunes, Graciela
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P.S.: La imagen que ilustra el post es de este sitio. Corresponde al Servicio Geológico de Estados Unidos.