Tips para mejorar las posibilidades de supervivencia en el campo. Parte 1.

Leyendo un excelente libro, Missing without a trace de Tanya Rider y Tracy Ertl, que por otros motivos pronto presentaré en detalle en mi blog no profesional, se me ocurrió que algunos de los consejos que allí aparecen para sobrevivir a situaciones extremas, podrían, con ligeras adecuaciones ser útiles para los geólogos, que tantas veces deben trabajar en zonas inhóspitas, y no están exentos de sufrir un accidente, o tomar una mala decisión, y terminar perdidos.

Estos consejos permiten sobrellevar mejor el tiempo que puede llegar a transcurrir hasta un eventual rescate, o un regreso a condiciones seguras.

En esta primera parte he seleccionado los consejos generales, y en la segunda hablaremos con más detalle de uno de los puntos que aquí vamos a mencionar.

El primer consejo es anterior a todo accidente, y consiste en estar preparados. Para eso, les recomiendo leer todos los posts que he ido reuniendo en la categoría TIPS para el campo (cómo orientarse sin una brújula, indumentaria y equipos necesarios, riesgos que se pueden encontrar, etc.) y asumiremos que no se han largado al campo a tontas y a locas, sino teniendo todo esa información previa, debidamente incorporada.

Ahora, supongamos que algo sucede y resultan aislados y distantes de su base o campamento. Sumando mis propios criterios y experiencias a la traducción de los extraordinarios recursos que se sugieren en el libro que les mencioné más arriba, estos son los tips resultantes.

¿Cuáles son los puntos que se deben tener en cuenta en el caso de estar perdidos en zonas aisladas?

  • Mantener la calma dentro de lo posible.
  • Mantener una temperatura corporal adecuada.
  • Suministro de agua. Este punto es tan crucial que es precisamente el que separaremos para la segunda parte del post.
  • Alimentación.
  • Descanso.
  • Orientación.

¿Por qué es importante mantener la calma?

Porque todas las decisiones que se tomen serán más adecuadas si se está en posesión de una mente equilibrada, mientras que el pánico puede más fácilmente conducir hacia las opciones equivocadas.

Lo primero que se requiere es evaluar la situación. ¿Se está solo o en grupo? ¿Hubo un accidente, se está herido, se reconoce la posición, o se ha perdido la orientación? ¿Se cuenta con medios para mantenerse alimentado e hidratado, o hay que empezar por procurarlos? ¿Se tiene un celular o equipo de comunicaciones que funcione para pedir ayuda? ¿Hay un GPS en funcionamiento? ¿Se está a distancia razonable del vehículo en que se llegó al sitio y está aún accesible, como refugio al menos?

Según cuáles sean las respuestas a cada una de esas preguntas, las estrategias a seguir son diferentes, por lo cual no pueden agotarse aquí todas las posibilidades, pero podemos abordar algunas situaciones hipotéticas.

¿Cómo se mantiene la temperatura corporal adecuada?

Primero debe tenerse en cuenta que la hipotermia suele ser el peor enemigo en estas circunstancias, porque hasta en climas cálidos, las noches significan importantes descensos de temperatura. Esa amplitud térmica crece con la disminución de la humedad atmosférica, y se hace extrema en zonas desérticas o muy áridas.

Esto significa que si se pretende marchar, no siempre es bueno dejar atrás todos los elementos de abrigo para aligerar la carga. Debe evaluarse qué será necesario, según lo que se conozca de la meteorología del área.

Por supuesto, si se va a pernoctar y no se cuenta con refugios temporarios como tiendas o el auto mismo, habrá que buscar el mejor reparo disponible, desde aleros de roca que protejan del viento y el rocío en zonas rocosas, hasta precarias construcciones, improvisadas con el follaje disponible.

Si se sabe cómo hacer una pequeña fogata, ésa es la medida aconsejable, porque también puede ser una señal para quienes estén buscando a la persona perdida, además de que puede mantener a la fauna salvaje si la hubiera, a distancia razonable. De cualquier modo es importante conocer las condiciones del viento, y apagar la fogata al alejarse de ella, porque nadie quiere terminar como Juana de Arco por un uso imprudente del fuego.

Para eso, una de las cosas que siempre se debe tener en el bolsillo es una caja de fósforos, envuelta en nylon asegurado con una bandita elástica. Es mejor si se hace esa cubierta doble, simplemente repitiendo la operación de envolver y atar.

Si el problema es el excesivo calor, la consecuencia más grave es la deshidratación, de modo que las medidas aconsejables las veremos en la segunda parte del post, al hablar del agua.

Pero de entrada se puede asumir que no se marchará durante las horas de máxima exposición solar, y se buscará en cambio áreas de umbría para descansar en esas horas.

¿Cómo asegurar un suministro de alimento?

Lo primero que debe saberse es que si bien el hambre es un enemigo muy molesto, difícilmente será mortal, ya que el organismo humano está diseñado para resistir sin alimento por tiempos tan prolongados como hasta tres semanas, mientras se cuente con agua.

Si no se cuenta con ninguno de los elementos que ya he recomendado en otro post tener a mano, se puede intentar reconocer frutos silvestres comestibles, si la zona los puede proveer. En situaciones de extrema aridez, pensar en Marley y armarse un menú de insectos tal vez sea la única opción existente. Conviene recordar que una regla de seguridad más o menos universal, es dejar tranquilos a los insectos de 8 patas, ya que muchos de ellos son ponzoñosos, y preferir en cambio los de 6.

También debe recordarse que hay hongos que son venenosos, y plantas urticantes, tóxicas, o de sabor tan desagradable que pueden provocar vómitos, con la consecuente deshidratación.

Un tip interesante es entonces, observar-si es posible- qué tipos de plantas son elegidas por los animales del lugar.

La caza de mamíferos sólo es recomendable para quienes saben que tendrán la presencia de ánimo de acabar con una vida con las propias manos, y consumirla después. No es mi caso, al menos.

¿Por qué se recomienda el descanso?

Porque la falta de sueño produce una desorientación espacial, y además genera un estado letárgico que impide reaccionar a tiempo ante peligros inminentes, además de conducir a tomar malas decisiones.

Para dormir, las recomendaciones de refugio y fogata que hicimos más arriba también valen.

¿Cómo se orienta uno en el campo?

Ya les di más que suficientes explicaciones en un post ad hoc, pero vale agregar otras cosas. Puede suceder que saber dónde está el norte no sirva, porque se ignora en qué dirección queda el poblado o refugio más cercano.

En tal caso, recordar que a lo largo de los ríos crecen las chances de encontrar asentamientos de mochileros, o pequeñas comunidades. En cualquier caso, bajar siempre, buscando los valles, donde hay más poblamiento, aun cuando no se encuentren cauces ni siquiera secos.

Por ahora, estos tips deberían ayudar en algo. La semana próxima veremos cómo evitar la deshidratación hasta donde sea posible.

Si este post les ha gustado como para llevarlo a su blog, o a la red social, por favor, mencionen la fuente, porque esta página está registrada con IBSN 04-10-1952-01.

Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.

La foto es de una zona árida en Catamarca.

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