Traducción del post de la semana pasada

Tal como les prometí el viernes pasado, hoy traduzco para ustedes un párrafo que es de verdad muy interesante y bellamente escrito; y que he seleccionado del libro «Eating dirt» de Charlotte Gill, que nunca me canso de recomendar, porque lo merece.
Yo planté árboles en piedemontes y en mesetas elevadas. Lugares rara vez visitados por turistas, o por cualquier persona en absoluto. Vine a conocer el significado literal de la palabra panorama– ya que los claros producen vistas ininterrumpidas, a la vez asombrosamente hermosas y descaradamente despojadas. Algunos de esos bloques cortados eran sitios de agitación prehistórica, los remanentes de esplendorosos choques tectónicos. Láminas de la corteza terrestre apilados en la distancia, terrenos plegándose como témpanos de hielo en un atasco. Las montañas cortadas, sosteniendo por encima los sedimentos petrificados de antiguos mares. Golpeé piedras, y se separaron como conchas, divididas en las improntas de gusanos marinos prehistóricos. Los copos de nieve salían en espiral de un cielo azul. Los arroyos eran de un azul brillante, nublados con harina de roca.