Un momento divertido en el campo.
Hace un tiempo les prometí contarles las diez anécdotas más graciosas de mi vida de campo.
Hoy empiezo con la primera que les prometí, la de los chanchitos.
Esto sucedió en una oportunidad en que estábamos en el campo, en la zona de Corralito, realizando un muestreo para dataciones por termoluminiscencia, con colegas alemanes, con los que compartíamos el proyecto de investigación.
Éramos de la partida: un colega argentino- que no habla inglés ni alemán-, un alemán- que hablaba su idioma e inglés, pero no castellano- otro que sólo hablaba dialecto (que ninguno conocía) y alemán, y yo que traducía a unos y a otros, pasando de inglés a castellano y alemán, de alemán a castellano e inglés, y de castellano a inglés y alemán para los distintos «consumidores». Un bonito merengue, como podrán apreciar.
Por supuesto, después de unas cuantas horas, yo tenía ya una confusión importante respecto a cuál era el idioma en que debía expresarme en cada caso.
Y así fue que cuando apareció un lugareño preguntando si habíamos visto a unos chanchitos bebés que se habían escapado del corral, yo traduje para todos el diálogo, y luego le contesté al pobre hombre ¡en alemán!
Ël se quedó mirándome un momento, y luego me contestó con una exclamación algo airada:
-«¡La recontra, por las dudas!»
Cosas que pasan en el campo…
la ilustración es de este sitio.
Un abrazo y hasta el lunes. Graciela.